CAPITULO 7: NOCHE 3: LA RISA DE LA OSCURIDAD.

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Ricardo llegó a Fredina's Fazbear Anime un poco antes de lo habitual. Las dos primeras noches lo habían dejado más que exhausto, pero también más alerta. Sabía que cada noche las cosas empeoraban, y la idea de lo que podría suceder en la tercera noche lo tenía en vilo. Se acercó al local y notó que Elizabeth ya no estaba en la recepción, probablemente se había ido a casa a descansar.

Mientras se dirigía a la oficina de seguridad, sintió un nudo en el estómago. La conversación con Evan y los consejos de Elizabeth lo mantenían en alerta máxima. Sin embargo, estaba decidido a sobrevivir y descubrir qué había detrás de esas máquinas.

Al llegar a la oficina, Ricardo se acomodó en la silla, encendiendo las cámaras de seguridad. El reloj marcaba las 11:55 PM, y la tensión en el aire era palpable. Mientras revisaba las cámaras, su teléfono sonó, anunciando la típica llamada del tipo del teléfono. Ricardo contestó, deseando saber qué consejos tenía esta vez.

Hombre del teléfono: "Hola, hola. Bueno, llegaste a la tercera noche. Buen trabajo. Supongo que ya te habrás dado cuenta de que las cosas se están poniendo un poco más... difíciles."

Ricardo miró las cámaras mientras escuchaba, asegurándose de que ninguna de las animatrónicas se hubiera movido aún.

Ricardo: "Sí, las cosas se están poniendo cada vez más raras."

Hombre del teléfono: "Bueno, esta noche es un poco diferente. Hasta ahora has lidiado con Bonfie, Chiku y Fexa, pero hay alguien más de quien debes preocuparte: Fredina. Ella es... digamos que, la líder del grupo. Y no está muy contenta de que hayas sobrevivido dos noches."

El corazón de Ricardo se aceleró. Fredina, la animatrónica principal, la osa que aparentemente era la más peligrosa de todas.

Ricardo: "¿Cómo la detengo?"

Hombre del teléfono: "Fredina es un poco más complicada que las otras. Ella es impredecible, y su humor puede cambiar en un instante. La clave para lidiar con ella es escuchar su risa. Es su forma de moverse, su risa es la señal de que está cerca. Cuando la escuches, necesitas encontrarla rápidamente en las cámaras. Si la pierdes de vista, ciérrale el paso lo más rápido posible."

Ricardo frunció el ceño, comprendiendo la gravedad de la situación. La risa de Fredina sería su única pista para sobrevivir.

Ricardo: "Entendido. Gracias por el consejo."

Hombre del teléfono: "Buena suerte, Ricardo. La vas a necesitar esta noche."

La llamada se cortó, y Ricardo se quedó en silencio por un momento, digiriendo la información. Ahora tenía una nueva amenaza en la forma de Fredina, y no podía permitirse bajar la guardia. El reloj marcó la medianoche, y la tercera noche comenzó oficialmente.

Ricardo mantuvo su atención en las cámaras, moviéndose de una a otra rápidamente, buscando cualquier signo de movimiento. Las primeras horas de la noche transcurrieron con relativa calma. Bonfie y Chiku aparecieron en los pasillos un par de veces, pero Ricardo logró bloquear sus intentos de acercarse a la oficina.

Sin embargo, todo cambió alrededor de las 3:00 AM. Un sonido agudo resonó en sus auriculares, una risa infantil y escalofriante que le heló la sangre. Era Fredina.

Ricardo se movió rápidamente entre las cámaras, buscando desesperadamente la fuente de la risa. En la cámara del comedor, vio a Fredina de pie en una esquina oscura, con sus ojos brillando intensamente en la penumbra. La animatrónica estaba mirando directamente a la cámara, y su boca se torció en una sonrisa siniestra.

Ricardo se quedó paralizado por un momento, sintiendo que el tiempo se detenía. Entonces, de repente, Fredina desapareció de la cámara. El pánico se apoderó de él, y comenzó a revisar frenéticamente las otras cámaras, buscando su rastro.

Ricardo: "¡Maldición, maldición! ¿Dónde estás?"

Otra risa resonó en sus auriculares, más fuerte y más cercana. Ricardo supo que Fredina estaba cada vez más cerca. Cambió la cámara a la vista del pasillo que daba a la oficina y la vio acercándose, su figura se balanceaba con una lentitud amenazante.

Sin perder un segundo, Ricardo presionó el botón rojo, cerrando la puerta metálica justo cuando Fredina estaba a punto de llegar. Escuchó un golpe fuerte en la puerta, seguido de otra risa escalofriante, pero esta vez, con un tono de frustración.

Ricardo respiró hondo, tratando de calmarse. Sabía que no podía mantener la puerta cerrada por mucho tiempo. El consumo de energía era un factor crítico, y no podía permitirse agotar las reservas antes de que la noche terminara. Esperó unos momentos antes de abrir la puerta y revisar nuevamente las cámaras.

Fredina había regresado al comedor, pero estaba claro que no había terminado. La risa resonaba de nuevo, y Ricardo supo que ella intentaría otra vez. A partir de ese momento, las cosas se volvieron un juego constante de vigilancia y reflejos rápidos. Cada vez que escuchaba la risa, tenía que encontrar a Fredina y actuar rápidamente para cerrar la puerta en su cara.

Mientras pasaban los minutos, la tensión en la oficina era sofocante. Bonfie y Chiku también estaban activos, pero Ricardo había aprendido a manejar sus patrones. Sin embargo, Fredina era diferente; su comportamiento era errático y difícil de predecir.

A las 4:30 AM, Ricardo escuchó una risa más fuerte y más prolongada que antes. Cuando revisó las cámaras, no pudo encontrar a Fredina en ninguna parte. El pánico lo invadió cuando escuchó el sonido de pasos pesados acercándose rápidamente por el pasillo derecho.

Ricardo: "¡Vamos, vamos, vamos!"

Con un movimiento rápido, cerró la puerta derecha justo a tiempo para escuchar un golpe sordo. Fredina había intentado atraparlo nuevamente, pero había fallado.

Ricardo: "No esta vez, Fredina."

Sabía que estaba jugando con fuego, pero no tenía otra opción. El reloj seguía avanzando, y la noche se hacía más larga con cada segundo que pasaba. La energía estaba disminuyendo rápidamente, y Ricardo sabía que tendría que tomar decisiones difíciles.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el reloj marcó las 6:00 AM. El sonido familiar de la campanilla anunciando el fin de la noche llenó la oficina, y Ricardo soltó un suspiro de alivio. Lo había logrado. Había sobrevivido a la tercera noche.

Se recostó en la silla, permitiéndose un momento de descanso antes de recoger sus cosas y salir del local. Mientras caminaba hacia la salida, pasó por el comedor y vio a Fredina de pie en su posición habitual. La animatrónica estaba inmóvil, pero sus ojos brillaban con una intensidad que hizo que Ricardo se detuviera por un momento.

Ricardo: "Nos vemos mañana, Fredina."

Aunque sabía que la próxima noche sería aún más peligrosa, Ricardo se sentía más decidido que nunca. Había algo oscuro en Fredina's Fazbear Anime, algo que necesitaba descubrir. Y mientras más se acercaba al peligro, más se daba cuenta de que no podía dar marcha atrás.

Salió del local y respiró profundamente el aire fresco de la mañana. La batalla por su vida continuaría, pero Ricardo estaba listo para enfrentarla, sin importar cuán oscuro se volviera el camino.

FIVE NIGHTS AT FREDINA'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora