En un mundo donde los universos de *Helluva Boss* y *Five Nights at Freddy's* se entrelazan, Ricardo, un ex-soldado, descubre un oscuro secreto en la empresa Fazbear Entertainment y se encuentra en medio de una conspiración que involucra almas atrap...
El sol comenzaba a ponerse en el horizonte del mundo humano, pintando el cielo con tonos de naranja y púrpura. Ricardo observaba desde la ventana de su apartamento, sumido en sus pensamientos. Habían pasado días desde los eventos en Fredina's Fazbear Anime, y aunque todo parecía estar volviendo a la normalidad, algo en su interior le decía que la paz no duraría mucho.
Un suave toque en la puerta lo sacó de su ensimismamiento. Era Evan, con una expresión seria en el rostro.
Evan: "Ricardo, encontré algo en los documentos de Fazbear Entertainment. Necesito que lo veas."
Ricardo: "¿Algo importante?"
Evan asintió, y los dos se dirigieron al comedor, donde Charlie ya estaba revisando algunos papeles. En la mesa, varios documentos y pantallas mostraban información inquietante.
Charlie: "Lo que Evan encontró no es nada bueno. Parece que Fazbear Entertainment estaba trabajando en algo más que animatrónicos. Hay menciones de un proyecto oscuro, algo relacionado con un tipo llamado 'El Hombre de Morado'."
Ricardo: "¿El Hombre de Morado? He oído ese nombre antes, pero nunca pensé que estaría involucrado con Fazbear."
Evan: "Lo más inquietante es que mencionan algo sobre 'transferencia de remanente'. Estaban intentando crear una nueva entidad utilizando las almas atrapadas en esos animatrónicos."
Charlie: "Es como si estuvieran tratando de jugar a ser dioses, pero el riesgo es demasiado alto."
Ricardo: "Entonces, no podemos dejarlo así. Tenemos que descubrir quién es realmente este 'Hombre de Morado' y detenerlo antes de que haga más daño."
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**Mientras tanto, en el infierno...**
En la ciudad de IMP City, el equipo I.M.P estaba terminando uno de sus encargos. Blitz, Moxxie, Millie y Loona habían regresado a su oficina después de otro día caótico. Loona, sentada en su escritorio, revisaba su teléfono cuando una notificación apareció en la pantalla.
Blitz: "Oye, Loony, ¿qué tanto miras? ¿Otro mensaje de algún admirador?"
Loona: "No es nada de eso, Blitz. Es un mensaje de Ricardo. Dice que han encontrado algo extraño sobre Fazbear Entertainment. Mencionó a un tal 'Hombre de Morado'."
Moxxie: "¿El Hombre de Morado? Suena como un nombre sacado de una película de terror de bajo presupuesto."
Millie: "Sea quien sea, si Ricardo nos está advirtiendo, debemos tomarlo en serio."
Blitz: "Bueno, ya somos amigos, ¿verdad? Si necesita nuestra ayuda, no podemos negársela. Además, podría haber algo de dinero en esto. Así que mantén el contacto, Loony."
Loona: "Lo haré."
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**De regreso en el mundo humano...**
Ricardo se apartó de la mesa, pensando en sus próximos pasos. Sabía que enfrentarse a un enemigo desconocido era arriesgado, pero no tenía otra opción.
De repente, su teléfono sonó. Un número desconocido.
Ricardo: "¿Quién es?"
Una risa baja y siniestra resonó al otro lado de la línea.
Hombre de Morado: "Felicitaciones, Ricardo. Has sido una molestia en mis planes, pero eso va a cambiar pronto."
Ricardo: "¿Eres tú...?"
Hombre de Morado: "Nos veremos pronto, Ricardo. Pero quiero darte un consejo. No te metas en lo que no entiendes. La próxima vez que crucemos caminos, te aseguraré que no saldrás vivo."
La llamada se cortó, dejando a Ricardo con una mezcla de rabia y preocupación. Colgó el teléfono y miró a Charlie y Evan.
Ricardo: "Parece que tenemos un nuevo enemigo. Este 'Hombre de Morado' no va a detenerse hasta que termine lo que empezó."
Charlie: "No vamos a dejar que gane. Sabemos lo suficiente ahora como para enfrentarlo."
Evan: "Estamos en esto juntos, Ricardo. No estás solo."
Ricardo asintió, decidido a descubrir más sobre este misterioso hombre. Sabía que necesitarían toda la ayuda posible, tanto en el mundo humano como en el infierno.
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**En otro lugar…**
En una habitación oscura llena de monitores, el Hombre de Morado observaba las imágenes de Ricardo, Charlie, y Evan en una de las pantallas. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro mientras tomaba un teléfono y marcaba un número.
Hombre de Morado: "Striker, necesito que tú y tus hombres se encarguen de un pequeño problema. Unos demonios del infierno y un par de mortales se han entrometido demasiado en mis asuntos."
La voz al otro lado de la línea era áspera y cargada de sarcasmo.
Striker: "¿Oh, de verdad? ¿Y qué se supone que haré con ellos? ¿No puedes hacer el trabajo tú mismo, o estás demasiado ocupado mirando tus pantallas?"
Hombre de Morado: "No subestimes lo que está en juego, Striker. Estos individuos están interfiriendo en mis planes. Asegúrate de que no puedan hacer más daño."
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Striker: "Claro, claro. Pero si hay algo que me gusta, es una buena pelea. Mis hombres y yo nos encargaremos. Solo asegúrate de que el pago sea bueno."
Hombre de Morado: "No te preocupes. Tendrás lo que te prometí. Solo asegúrate de que esta vez no haya errores."
Colgó el teléfono con una sonrisa satisfecha, volviendo su atención a los monitores que mostraban a Ricardo y sus amigos. Sabía que la confrontación se estaba acercando, y estaba listo para asegurarse de que nada se interpusiera en su camino.
El sol se ocultó finalmente, y la oscuridad envolvió la ciudad, mientras una nueva amenaza se cernía sobre ellos, esperando el momento perfecto para atacar.
