Stanford se encontraba en una cafetería del pueblo con su amigo e inventor Fiddleford Mcgucket.
Su amigo sugirió que ir a comer y tomar algo no estaría mal, que estar encerrado en su laboratorio todos los días lo tenía mal.
Y cree que eso es absurdo, porque el a estado la mayor parte de su adultez solo y está mejor que nunca.
Se encontraban hablando amenamente de esos temas triviales que a ambos les gusta porque solo con Mcgucket puede hablar de eso que tanto le gusta.
Fiddleford es un gran inventor y mecánico que le está ayudando mucho al ser un genio en su campo.
El proyecto del portal va a medio andar y cree que tardarán un poco más al desarrollarle otro tipo de prototipos que acelere el mecanismo que necesita.
Su musa a sido gran ayuda.
Que por cierto, tiene semanas de no verlo.
Se siente preocupado al respecto.
Deduce que Bill se molestó con él debido al incidente de su beso.
¡Pero vamos! Estaba borracho, y los borrachos no están conscientes de las locuras que hacen. Igual forma Bill también lo beso a él. Es estar a mano, ¿Cierto?
De recordar tan pecaminoso beso se le suben los colores al rostro.
- Ey, Stanford. ¿Me estás escuchando? - Con una ceja alzada le pregunta su amigo.
- C-claro Fiddleford. - No pudo evitar sobresaltarse ante la pregunta. - ¿Por qué lo dudas? - Se siente idiota al tener su cabeza en otro lado y no en Fiddleford.
- Estás viendo a la nada. ¿Pasa algo? - Fiddleford le hace una interrogante, está preocupado por él después de todo.
Le da una sonrisa sincera al respecto.
- Para nada, todo está bien. - Sale de sus labios. - No te preocupes mi buen amigo.
Fiddleford seguro de la respuesta que le había dado su amigo volvió a la plática amena que estaban.
Ahora tenía que prestarle atención a Fiddleford si no quería que su amigo se sintiera mal.
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Ya iba rumbo a casa, ese día podría decirse que fue su feriado debido a que no a trabajado nada en todo el día, a visto en el reloj del pueblo que son las cuatro y media de la tarde.
El supermercado le quedaba de paso a su casa y necesita más café y leche para mantenerse despierto por la noche.
Entra y el ambiente es ameno, hay personas de aquí para allá, y los trabajadores han tenido su día ajetreado deduciendo por las bolsas que algunos tienen debajo de sus ojos.
Recoge de la estantería sus cosas, las paga y como a llegado sale del lugar.
Necesita comprarse un auto para no andar a pie, aunque el ejercicio es algo fundamental en su salud física.
Y el es una persona que cuida su aspecto muy detalladamente.
- ¡Ey Stanford! - Se escucha que le gritan del otro lado de la calle.
Divisó una camioneta Toyota Hilux 1980 del otro lado de la calle y saliendo de una ferretería al gran Steve.
Steve dejo las compras atrás del auto y cruzó la calle para acercarse a Stanford.
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Ramé || Billford
FanfictionDespués de graduarse de la universidad, Stanford Pines se dirige a un pueblo lejano en Oregón, Gravity Falls. Intentando descubrir sus más oscuros secretos. - Billford.