Capítulo 4

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— ¿Dónde has estado metido y por qué has estado ignorando mis llamadas? —cuestionó Wooyoung en tono acusatorio mientras Jimin se dedicaba a mirar a los lados sintiéndose nervioso por llamar la atención de la gente que transitaba la calle

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— ¿Dónde has estado metido y por qué has estado ignorando mis llamadas? —cuestionó Wooyoung en tono acusatorio mientras Jimin se dedicaba a mirar a los lados sintiéndose nervioso por llamar la atención de la gente que transitaba la calle.

—En casa. He estado ocupado con el trabajo y no es que esté ignorando tus llamadas. La bocina de mi celular se rompió —excusó pobremente el rubio. Wooyoung alzó una ceja, claramente no le creía nada.

Wooyoung era un chico excéntrico y carismático. Se habían conocido en la secundaria y desde la primera vez que intercambiaron palabras se volvieron inseparables. Sin embargo, al entrar a la universidad y tomar carreras diferentes se volvió más difícil coincidir. Aun así religiosamente intercambiaban mensajes todos los días. Hasta aquella semana en la Jimin decidió esconderse del mundo para evitar tener que explicar lo sucedido.

—Ya sé que Miyeon te botó de la casa —volvió a hablar el pelirrojo tomando a Jimin por sorpresa—. Sinceramente creo que se tardó en hacerlo. Te lo merecías, Jimin. Pero ¿Dónde has estado viviendo entonces?

Jimin aceptó su culpa en silencio. —En una habitación de motel.

—Eso es bastante deprimente. Pero esta bien, te servirá para tomar consciencia —Wooyoung asintió con la cabeza mientras hablaba en acuerdo con sus propias palabras—. ¿Quién era ese hombre que estaba junto a ti en el restaurante?

—Te lo dije. Es mi jefe —respondió Jimin evitando la mirada acusatoria de Wooyoung.

—Hm, sí, parecía serlo... Te dejaré ir ahora, pero promete que contestarás mis mensajes —habló mientras alisaba la bata blanca de su amigo con sus manos. Jimin asintió como un cachorro regañado y liberó un largo suspiro.

—Te veré luego. Aún tengo mucho trabajo por hacer —dijo antes de darse la vuelta dispuesto a caminar de vuelta a la central.

— ¡No creas que te estoy librando de la charla! Solo lo estoy posponiendo porque también tengo trabajo —advirtió su amigo ya a unos pasos de distancia haciéndole rodar los ojos divertido. Era obvio que no podría escapar tan fácilmente.

Le hizo una seña con la mano a modo de disculpa y se marchó a paso apresurado para que no se le hiciera tarde. Echó un vistazo al restaurante para asegurarse de que el oficial ya se había marchado y al mismo tiempo se sintió terriblemente avergonzado al recordar la escena que su amigo había hecho al sacarlo de allí de esa forma. Pero era Wooyoung, qué podía esperar.

En menos de quince minutos estuvo de vuelta en la central y luego de saludar a algunas personas en la recepción pasó de largo hasta la morgue. El aire frío del lugar le dio la bienvenida apenas abrió la puerta y busco el nombre de la persona entre las etiquetas.

Una bolsa de plástico sobre una de las mesas de metal llamó y se acercó para echar un vistazo notando que había nota junto a esta.

"Como no pudiste terminar tu comida decidí traerte algo. También incluí un postre, espero que lo disfrutes. Me gustaría que pases por mi oficina al terminar tu turno."

Código Mortis ◇ yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora