Indagar en la palabra.
Arañar la palabra hasta extraer el fantasma,
como una figura escuálida, al revés de la luz,
que repta sobre toda sombra.Y al fondo del fantasma,
disimulada y disminuida,
el alma.Arañar el alma hasta arrebatarle el sonido más puro,
Arañar su dolor hasta que sepa del color de las flores
y el sonido de la noche.Arañar el grito que se descose sobre el aire,
y rompe en el silencio,
y de un silencio a otro arañar el suelo donde caen los susurros
que amparan el desvelo.Arañar el alma hasta verla escupir la palabra.
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Los fantasmas que habitan las horas
Poetrylas palabras que brotaron del vacío (Obra registrada, todos los derechos reservados.)