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Al caer la noche encontraron un agradable sitio para descansar…
O eso pensó Poseidón…
Pero al ver a Kojiro preparándose para entrenar, sabe que no están ahí para descansar o dormir…
Pues ese lugar era el indicado para seguir su arduo entrenamiento, después de no hacerlo por varios días por su celo, desea seguir con su rutina de entrenamiento diario…
Mientras Poseidón prefería sentarse cerca de un árbol para recargarse…
Notar que este se prepara haciendo un extraño recogido con sus cabellos, además de quitarse la parte superior de su vestimenta evitando así la fricción de su piel y la tela…
La verdad le gusta mucho verlo entrenar es algo que lo entretiene mucho y su mirada curiosa se posa en el espadachín…
Esos ojitos azules están muy concentrados viendo cada uno de los movimientos del pelinegro, al verlo blindar esa gran espada con tanta gracia y elegancia…
Pensando acaso algún día podría ser igual a Kojiro, si entrena como este puede lograrlo verdad?...
Y si lo hará…
Va a volverse más fuerte…
Y si es que quiere ser igual de fuerte también debería entrenar al igual que Kojiro… Para tomar su boken y ponerse a un lado del mayor tratando de imitar o replicar cada uno de sus movimientos tal vez que no le salgan a la perfección, pero lo que importa es que lo intenta y este lo sigue intentando hasta lograrlo…
Mientras estos siguen entrenando juntos Kojiro se toma el tiempo para corregir cada uno de los movimientos del menor así este pueda mejorar su técnica pues sabe que es mejor aprender desde joven…
- Lo estás haciendo muy bien… - expresó con esa voz calmada y cálida sonrisa pues ese infante si toma en cuenta cada una de las correcciones que le hace y va mejorando poco a poco…
Sí, Poseidón sigue así un día será un gran espadachín…
