Los Salvajes

Capítulo 7

Al escuchar la pared de la cocina caerse, los pesados pasos que daba esa bestia al caminar por el piso de madera, hace que nos invada el miedo, nuestros cuerpos se quedan paralizados del terror que estábamos experimentando. Ya ellos estaba dentro de la casa, ahora tendríamos que escondernos de esas cosas para tratar de sobrevivir.

Los pasos de la bestia que había entrado era lentos, caminaba por la cocina como explorando lo que ahí había. Hago señas al padre de Gabriel y a Melissa para que me sigan a una habitación que estaba en el pasillo, el cual nos encontrábamos cerca, con pasos silenciosos caminamos hacia aquella puerta tratando de pasar desapercibidos delante de esos monstruos.

Dalton y sus hermanos estaban un poco más retirados, ellos tratan de seguirnos para esconderse en el mismo sitio a donde vamos, en ese preciso momento cuando estamos a punto de entrar a la habitación el teléfono de Vanessa comienza a sonar con una melodía tan fuerte que enseguida atrae a esa cosa hacia nosotros.

Abro enseguida la puerta para que entre Melissa y el señor Robert, que todavía llevaba en su espalda a mi amigo Gabriel, uno de esos animales ya en la sala deja sonar un gran rugido al vernos, Dalton y sus hermanos ya no tenían tiempo de seguirnos, así que ellos suben las escaleras para esconderse en el segundo piso de la casa.

Mientras corrían desesperados por las escaleras el animal los comienza a perseguir, cierro la puerta y a mí espalda me percato que Melissa trae una enorme mesa para atravesarla, haciendo la entrada de la habitación un poco más resistente por si venía después el monstruo detrás de nosotros.

El señor Robert baja a su hijo y se cerciora que todavía este con vida, y así es, Gabriel todavía vive, aunque esta muy débil todavía se encuentra vivo que es lo mas importante. En el segundo piso se dejaba escuchar golpes y gritos de los hermanos, era terrible escuchar los desesperantes gritos de esos chicos, se que Dalton nunca ha sido bueno conmigo pero era horrible lo que estaba sucediendo en ese momento.

El monstruo golpeaba la puerta del segundo piso con furia, el señor Robert le pide a Melissa que cuide a su hijo mientras saca el revólver de su cintura, lo volteo a mirar con asombro cuando comienza a retirar la mesa que estaba  bloqueando la puerta.

— Señor Robert, ¿Qué pretende hacer? — le pregunto con nervios al ver como sostiene la manilla de la puerta.

—Voy a salir a ayudar a esos chicos — contesta decidido y con mucha valentía.

—No puede hacer eso, señor, por culpa de esos estúpidos Gabriel se encuentra mal, creo que no debería ayudarlos, ellos no se lo merecen — Gruñe Melissa acercándose a nosotros para evitar que el hombre abriera la puerta.

—Nunca debemos pagar mal con mal, no importa como sea esa persona jamás lo hagas.

—Señor Robert, ella tiene razón, Dalton no merece que usted arriesgue su vida por ir ayudarlo, no tiene ni idea de la clase de persona que es ese tipo.

—Kailer, si no hago nada por ayudar a esos chicos quedándome de brazos cruzados no podré vivir con la culpa, ellos están desarmados y tú y yo tenemos armas con que defendernos, demuéstrale con tus buenas acciones que clase de chico eres.

El señor Robert de verdad que tenía un buen corazón, estaba dispuesto a ayudar a los miserables que habían lastimado a su hijo, no podía dejar que fuera solo yo tenía que ir con él y ayudarlo.

Salimos los dos de la habitación a pesar de que Melissa trataba de impedírnoslos, vamos subiendo las escaleras poco a poco, mientras caminábamos llevábamos las armas cargadas y listas para dispararles a esos extraños animales.

Al llegar vemos al final del pasillo como esa criatura golpeaba la puerta de la habitación donde estaban los hermanos Miller, nada más de ver a esa cosa comienzo a temblar, mi corazón se acelera junto con mi respiración, el sudor frío caía por mi frente y corría hacia mi sien.

Estábamos presenciando como esa bestia estaba apunto de derribar la puerta, estaba en un completo frenesí que ni se percataba que nosotros dos lo observamo desde una parte del pasillo. La puerta no resistió mas y es derribada por el feroz animal que entra a la habitación por sus presas que eran esos tres hermanos.

Los gritos de desespero de los chicos hacen que el señor Robert actúe imprudentemente, él corre hacia la habitación y yo lo sigo corriendo también,  al entrar vemos como esa enorme bestia esta frente a Dalton y lo amenaza enseñándole sus enormes y afilados dientes, Erick estaba paralizado del miedo y Melissa lloraba cerca de Dalton.

Por un momento todos nos quedamos estáticos al ver que el animal nos veía a todos amenazante, pero sin atacar aún, cualquier paso en falso que diéramos de seguro ese animal atacaría, lo que hizo a continuación nos sorprendió, esa cosa hizo un fuerte sonido como llamando a sus compañeros dejándonos casi sordos.

Al instante desde la calle los otros de su misma especie también hicieron el mismo sonido, ya era inevitable, si no atacábamos ellos nos iban a atacar y ellos eran mucho mas que nosotros. El estruendo que hacían con las garras de sus patas al correr por la calle nos estaban avisando que rápidamente venían hacía dónde estábamos.

El señor Robert apunta con el arma a el animal que solo veía a Dalton con intenciones de saltarle encima, Dalton al verse a punto de ser despedazado avienta a su hermana hacia el animal para tener tiempo de huir.

Nos quedamos atónitos tras la reacción que tuvo el muy desgraciado de Dalton hacia Vanessa, su hermana menor. El animal muerde un costado del cuerpo delgado de Vanessa haciendo que ellas grité de dolor, el señor Robert arremete con disparos hacia el animal, pero este solo salta por la ventana llevándose a Vanessa consigo hacia el bosque.

Sin darnos cuenta ya los aterradores pasos de los otros animales que él había llamado se dejaba escuchar dentro de la casa, no teníamos tiempo para huir a ningún lado, me quedo parado con la respiración entrecortada y el corazón al galope, pense "Ya esté es el final para mí". Estoy en mis negativos pensamientos cuando de pronto soy arrastrado hacia el armario.

El señor Robert me había escondido ya que yo no reaccionaba y solo estaba parado con la vista hacia la puerta de la habitación, nos encontrábamos en el armario mientras que Erick se arrastra debajo de la cama para esconderse, Dalton no estaba ya en la habitación, él solo corrió por el pasillo después de haber sacrificado a su hermana para salvarse él mismo.

En un abrir y cerrar de ojos la habitación estaba llenas de esos seres que todavía nadie sabían que eran, esos ojos color ámbar miraban por todos lados  buscándonos, de sus bocas caía baba mientras sus afilados dientes se dejaban ver.

Miro por una de las ranuras del armario hacia debajo de la cama donde se encuentra Erick, ya él no aguantaba más, tapa su boca con sus manos mientras lloraba asustado como un niño pequeño, era la primera vez que lo veía tan débil y frágil que llegue a sentir pena por él.

Erick del mismo miedo deja salir un quejido de llanto, ese quejido es escuchado por las fieras que ahora comienzan a rodean la cama, ya sabían que había alguien debajo de ella, una de esas criaturas levanta con fuerza la cama dejándose ver un Erick a punto de colapsar y muy asustado al verse acorralado y sin salida.