Capitulo #5 - Crisis 2

31 6 2
                                    

Vegeta yacía en el suelo, su cuerpo inmóvil y su respiración apenas perceptible. La batalla había sido feroz y, aunque era conocido por su increíble resistencia, el dolor que sentía en cada fibra de su ser lo había llevado al borde de la inconsciencia mientras los dos tipos de Ki y Qi se unían para formar un nuevo tipo de energía vital.

A unos metros de él, el Elder Sorcerer, una figura imponente y vestida con ropas oscuras, observaba con frialdad a Vegeta mientras mantenía la espada flotando cerca de el.

"Este es el final," pensó el Elder Sorcerer mientras se acercaba lentamente a Vegeta. Sin vacilar, sacó una píldora de su bolsa de almacenamiento y se la tomó sin dudarlo para recuperar fuerzas

Aunque no había sufrido lesiones por parte de su oponente, si había consumido una gran cantidad de energía espiritual.

"Si no acabo contigo ahora, seré yo quien pague el precio más tarde, culpate a ti mismo por tu mala suerte," murmuró para sí mismo, con una mezcla de determinación y temor.

Cuando estuvo a un metro de distancia del cuerpo de Vegeta se detuvo y alzó la espada para matarlo.

"¡Desaparece!" gritó agitando su mano.

Pero en ese momento su ataque se detuvo, ya que pareció notar algo extraño en Vegeta.

Elder Sorcerer lo escaneo con su sentido divino sorprendiendose.

"Esto es..."

Sus ojos se iluminaron al descubrir algo que causaría caos por todo el mundo del cultivo.

"Imposible..." murmuró, sintiendo su corazón acelerarse. La emoción lo invadió.

"Esto es la legendaria constitución del Dios de la batalla Celestial!", una de las más raras y poderosas que un cultivador podría soñar tener o al menos eso fue lo que el pensó, ya que no sabía nada de los cuerpos de los sayajines.

Miró a Vegeta con una mezcla de avaricia y asombro y también duda.

"Me he quedado en el Reino de alma naciente por mucho tiempo, si no aprovecho está oportunidad, no se cuando se presentará otro"

El Elder Sorcerer, con el corazón acelerado por la emoción, no podía apartar la vista del cuerpo casi inconsciente de Vegeta.

"Si logro poseer este cuerpo, podría superar los límites de mi cultivo y finalmente ascender más allá del Reino de Alma Naciente," pensó, con una sonrisa de codicia formándose en sus labios.

Sin embargo, justo cuando se disponía a ejecutar un hechizo para sellar el alma de Vegeta, sintió una perturbación en el aire. Su sentido divino captó la presencia de varios cultivadores que se acercaban rápidamente.

"¡Malditos carroñeros!" pensó con frustración. Sabía que su tiempo era limitado.

En ese momento, cinco figuras aparecieron en el horizonte, cada una irradiando un aura de poder imponente.

Uno de ellos, un hombre con un cabello plateado y una túnica de color carmesí, habló con voz burlona, "Compañero cultivador, parece que has encontrado un tesoro interesante. ¿Planeabas compartirlo?"

Elder Sorcerer apretó los dientes. "¡Es mío! Fui yo quien lo encontró primero. Además tengo asuntos que resolver con el. No permitiré que me lo arrebaten," respondió con dureza, mientras desplegaba varios tesoros de su bolsa de almacenamiento y canalizaba más energía espiritual para protegerse.

Otro de los recién llegados, una mujer de aspecto frío con ojos afilados, sonrió ligeramente. "No necesitamos tu permiso," dijo con una voz suave pero amenazante.

Vegeta: Ascendance in the Realm of ImmortalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora