Capítulo #8 - Forjando el Núcleo Dorado

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-"No puede ser... ¡¿Cómo es que tú?!" gritó con desesperación antes de perder el conocimiento y desplomarse al suelo, derrotado.

El silencio cayó sobre la multitud. Nadie podía creer lo que acababa de suceder. La fuerza que había mostrado Vegeta superaba por mucho a alguien en el Reino de Establecimiento de la Fundación. Parecía imposible.

-"¡Es imposible que sea tan fuerte! Debe haber hecho trampa," exclamó Tao Ning, su rostro serio mientras intentaba encontrar una explicación lógica para lo que acababa de presenciar.

-"¡Sí, tiene que ser eso! No hay manera de que haya derrotado a Jin Zhen tan rápido," coincidió otro de los presentes, alimentando las sospechas.

El murmullo entre la multitud creció rápidamente, dividiendo opiniones. Algunos se inclinaban por creer que Tao Ning tenía razón, mientras que otros no podían negar lo que habían visto con sus propios ojos: Vegeta era un guerrero más allá de lo que habían imaginado.

-"¿Trampa, dices?" La voz de Vegeta cortó el aire, cargada de desprecio. Una sonrisa burlona apareció en su rostro. "Jamás me rebajaría a tal estupidez. Si tanto te molesta, ¿por qué no vienes tú y lo demuestras?" Su mirada era desafiante, llena de confianza.

-"¡Tú!" Tao Ning apretó los dientes con frustración. El orgullo herido comenzaba a cegarlo. "No tientes tu suerte. Puedo acabar contigo en cualquier momento."

Vegeta lo observó fijamente, y una sonrisa fría asomó en sus labios.

-"Eso quiero verlo. ¿Acaso una simple hormiga cree que puede derrotar a un elefante?"

Tao Ning, lleno de ira contenida, apretó los puños. Sabía que enfrentarse a Vegeta en ese momento sería un error. Con un gesto brusco, se giró para marcharse.

-"Tarde o temprano, ese mismo orgullo te destruirá."

Las palabras quedaron en el aire, resonando en la mente de Vegeta. Su expresión se endureció por un instante, pero pronto su confianza volvió a imponerse.

-"Eso ya lo veremos," murmuró para sí, con los ojos fijos en la figura de Tao Ning mientras se alejaba.

Por otro lado, una mujer de apariencia elegante, vestida con un fino atuendo, observaba la escena desde la distancia, utilizando su sentido divino para captar cada detalle. Apretó los labios con una mezcla de emoción y tensión mientras susurraba.

- Al fin te encontré... mi querido Vegeta.

Mientras tanto, Vegeta decidió que era el momento de avanzar en su cultivo. Sabía que el siguiente paso crucial era formar el Núcleo Dorado, una hazaña que lo llevaría un paso más allá en su camino de poder. Wu Lian, el hombre de cabello blanco, permaneció cerca, vigilando en caso de que ocurriera algo inesperado durante el avance.

Concentrándose, Vegeta se sentó en posición de loto dentro de su cueva de cultivo, un lugar apartado y tranquilo que había escogido para evitar distracciones. Cerró los ojos, y comenzó a regular su respiración, entrando en un estado de meditación profunda. Su energía, el Ki que había dominado por tanto tiempo, se mezclaba de forma constante con el Qi de este mundo. Sentía que su cuerpo había cambiado mucho desde su llegada, pero ahora era el momento de transformar todo ese poder en algo más sólido.

Comenzó a concentrar su energía en su abdomen, donde los cultivadores solían formar el núcleo dorado. Al principio, las corrientes de energía fluían de manera errática, con fluctuaciones que hacían temblar su cuerpo, pero Vegeta, con su vasta experiencia en batallas, mantuvo el control. Sabía que cualquier error podría dañar gravemente su dantian y arruinar el proceso.

El tiempo pasó lentamente. Durante los primeros días, Vegeta enfrentó diversas dificultades. Su Ki y el Qi del mundo aún no se habían armonizado por completo, creando pequeños estallidos de energía que impactaban sus meridianos. Sin embargo, poco a poco, fue encontrando el equilibrio perfecto. Con cada respiración, comprimía más y más energía, hasta que comenzó a formarse una esfera pequeña y brillante dentro de él. El núcleo dorado no solo era un condensado de su energía, sino también una representación de su voluntad y fuerza.

Vegeta: Ascendance in the Realm of ImmortalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora