El amor....el amor es raro en todas sus formas y presentaciones, nos puede doler y hacer doler a otros, pero por más que queramos no podemos escapar de ese sentimiento tan natural que nos caracteriza como humanos, de ser así no tendríamos grandes h...
N/A;¿Sabian que ? los zorros para cotejar a las hembras lo que hacen es perseguirlas, acicalarse y mostrar signos de sumisión.
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Carlos;
Nunca pensé en odiar a alguien que amaba, el no sentirme mal o al menos con un poco de empatía por alguien a quien quise por tanto tiempo, mi mejor amigo, mi Lando.
Y ahora que está ahí, frente a mi con una expresión de dolor y frustración, me siento mal, si, pero no por el,más bien por qué se que si esto no hubiera pasado quizá el ahora mismo no estaría tan arrepentido de lo que ha hecho, y yo, no estaría ahora mismo entendiendo el daño que nos he hecho a ambos, dejar que dependiera de mi en su totalidad lo lastimó, me lastimó y lastimó a terceros.
El me mira, en su mirada encuentro bastante dolor, arrepentimiento,y tristeza.
-Carlos.-
Me llama.
-¿Si?-
Puedo ver como una lágrima resbala de sus ojos hacia su mejilla para finalmente fundirse en sus labios.
-Lo siento.-
Finalmente me dice.
-¿Por qué lo sientes?, específicamente, ¿Por qué te disculpas?- Lo miro realmente severo y al mismo tiempo con un ligero tono de preocupación en mis palabras.
-Por todo, por haber dicho cosas horribles en el pasado con Checo, por haber hecho que tú y Charles se separaran, se que no me justifica, pero no quería perder a mi mejor amigo, no así.- se quiebra mientras que soba sus piernas intentado buscar algúna señal de que puede moverlas.
-No tengo por qué perdonarte Lando,el culpable soy yo, por haber permitido que esto llegará demásiado lejos.-
-Debi respetar tu relación.-
-Si, debíste, pero yo tampoco te puse límites.-
-Lamento que esto haya sucedido de esta manera.-
-Quiza tenía que ser así.-
Me levanto de la silla y camino hasta la cama frente a mi dónde el está, no odio a mi amigo, no después de todo lo que había pasado, quizá mi dolor y frustración y molestia eran solamente dirigida hacia mi mismo.
Paso mis manos por sus risos y dejo que pegue su cabeza en mi pecho, siempre he sido más alto que el.
-Lando, tengo que dejarte ir.- Le digo mientras sostengo sus delgadas manos, ha perdido peso.
-Ya lo sé.-
-No podemos seguir así, nuestra amistad fue fantástica, pero..,en algún momento nos perdimos, dejamos que nuestro vínculo afectara a otros y eso no es justo.- El se aferra a mi fuertemente mientras comienza a llorar.
