Se cree Spiderman pero su edad no parece cooperar"

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Sergio.

Salimos de mi apartamento, Max parecía demasiado atento a los pasillos, en sus palabras no quería volver a tener un encuentro incómodo como el que había tenido con Carola la noche anterior, la verdad tanta cautela no había sido suficiente ya que nos terminamos encontrando a mi temible vecina en el recibidor, iba en su típica pijama de conejo, y aunque me daba pena admitirlo, tal parecía que esa prenda no se habia despegado de su cuerpo en días, igual no podía culparla, el frío podría molestar hasta a un muerto.

—Buenos días Sergi, Y bien, ¿Cómo fue?, ¿Duro o Salvaje?-

—Buenos días Carola, lamento decepcionar a tu mente y sus terribles perversiones, pero no sucedió nada de eso, Max es solo mi amigo.- La chica pareció decepcionada, chisto un poco y al final termino aceptando la realidad.

—Igual terminará pasando, te acordarás de mi en el momento.-

—Iug no.- Carola ríe y antes de que pueda dejarme en vergüenza de nuevo, aparece mi salvación, vestida con una adorable pijama de abejita, la novia de Carola, Alexandra entra dando saltitos mientras lleva alguna que otra golosina en sus brazos.

—Hola Sergi.-

—Hola Ale.-

Por un momento los cuatro nos miramos incómodos sin nada aparente que decir, Max es el que parece llevar la peor parte ya que la mirada de Carola solo lo observa a el.

—Y....¿Si tuvieron sexo?- Finalmente la bomba explota, si bien se podría pensar que de ambas Ale era la más tranquila es que la verdad las dos eran igual de pervertidas, tomo a Max de la mano y lo arrastró fuera de aquella situación igual o más incómoda que la de la noche anterior.

—Lamento eso, no pensaba que sucederia, bueno, si, pero no así.-

—No se que decir al respecto.- Max parece extrañado más no molesto, nuevamente me disculpo con él y el simplemente ríe.-La verdad es que no son tan malas, no cuando han dormido lo suficiente, solo son un poco extrañas.- digo alterado.

—Esta bien Sergio, no tengo problemas con ello, solo, es extraño y ya.-

Finalmente ambos reímos liberando la tensión, esperamos el camión para poder ir a casa de George, después de unos minutos finalmente arribamos, para nuestra buena suerte el camión esta disponible para nosotros dos únicamente, claramente somos los únicos dementes dispuestos a salir con este clima de mierda, la voz robótica del camión indica que las puertas han sido cerradas y finalmente nosotros tomamos asiento.

—Esto va para largo, ¿Por qué no me cuentas algo?- Max me dice aquello mientras calienta sus manos haciendo fricción entre ellas, a los dos se nos ha pasado traer guantes.

—Bueno.- pienso en algo que decirle, la verdad es que no soy muy interesante contrario a lo que pueda dar a entender mi apariencia. -Trabajo en una librería, no es algo que sea verdaderamente algo que tenía planeado, sin embargo pff, es suficiente para mí por ahora- digo sonando lo más convincente.

—Supongo que está bien viejo, si te soy honesto yo tampoco salí de la vagina de mi madre sabiendo exactamente lo que iba a hacer en este mundo, esas cosas simplemente te llegan.- me sonrie y puedo encontrar un poco de comprensión en su mirada.

Finalmente llegamos a nuestro destino después de una plática amena y que la voz robótica del camión nos mandará a joder indicándonos la parada, el piso aparenta estar resbaloso y antes de dar el paso Max duda, sin embargo el camión arranca lanzandonos a ambos por la borda, el pobre Max termina con el culo atorado en una alcantarilla, si más Simplemente explotó en carcajadas.

Soup MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora