Torneo de los tres magos

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Dumbledore volvió a aclararse la garganta.

Como iba diciendo, siguió, sonriendo a la multitud de estudiantes que tenía delante, todos los cuales seguían con la mirada fija en Ojoloco Moody.

tenemos el honor de ser la sede de un emocionante evento que tendrá lugar durante los próximos meses, un evento que no se celebraba desde hacía más de un siglo. Es un gran placer para mí informaros de que este curso tendrá lugar en Hogwarts el Torneo de los tres magos.

Que demonios es eso, pensó Harry.

¡Se está quedando con nosotros!, dijo Fred en voz alta.

Repentinamente se quebró la tensión que se había apoderado del Gran Comedor desde la entrada de Moody.

Casi todo el mundo se rió, y Dumbledore también, como apreciando la intervención de Fred.

Fred si que sabe cómo cambiar el ambiente, volvió a pensar Harry.

No me estoy quedando con nadie, señor Weasley, repuso, aunque, hablando de quedarse con la gente, este verano me han contado un chiste buenísimo sobre un trol, una bruja y un leprechaun que entran en un bar-

La profesora McGonagall se aclaró ruidosamente la garganta.

Eh... bueno, quizá no sea éste el momento más apropiado... No, es verdad, dijo Dumbledore con su fingida inocencia.

¿Dónde estaba? ¡Ah, sí, el Torneo de los tres magos! Bien, algunos de vosotros seguramente no sabéis qué es el Torneo de los tres magos, así que espero que los que lo saben me perdonen por dar una breve explicación mientras piensan en otra cosa.

No Sherlock Holmes le dicen obviamente no se nada fui criado por muggles, volvió a reclamar Harry en sus pensamientos.

EI Torneo de los tres magos tuvo su origen hace unos setecientos años, y fue creado como una competición amistosa entre las tres escuelas de magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang.

Para representar a cada una de estas escuelas se elegía un campeón, y los tres campeones participaban en tres pruebas mágicas. Las escuelas se turnaban para ser la sede del Torneo, que tenía lugar cada cinco años, y se consideraba un medio excelente de establecer lazos entre jóvenes magos y brujas de diferentes nacionalidades... hasta que el número de muertes creció tanto que decidieron interrumpir la celebración del Torneo.

¿El número de muertes?, susurró Hermione, algo asustada, aunque estoy seguro de que ella ya sabía de esto.

Pero la mayoría de los alumnos que había en el Gran Comedor no parecían compartir aquel miedo: muchos de ellos cuchicheaban emocionados, y el mismo Harry estaba más interesado en seguir oyendo detalles sobre el Torneo que en preocuparse por unas muertes que habían ocurrido hacía más de cien años.

En todo este tiempo ha habido varios intentos de volver a celebrar el Torneo, prosiguió Dumbledore, ninguno de los cuales tuvo mucho éxito.

Sin embargo, nuestros departamentos de Cooperación Mágica Internacional y de Deportes y Juegos Mágicos han decidido que éste es un buen momento para volver a intentarlo. Hemos trabajado a fondo este verano para asegurarnos de que esta vez ningún campeón se encuentre en peligro mortal.

En octubre llegarán los directores de Beauxbatons y de Durmstrang con su lista de candidatos, y la selección de los tres campeones tendrá lugar en Halloween. Un juez imparcial decidirá qué estudiantes reúnen más méritos para competir por la Copa de los tres magos, la gloria de su colegio y el premio en metálico de mil galeones.

¡Yo voy a intentarlo!, dijo entre dientes Fred Weasley, con la cara iluminada de entusiasmo ante la perspectiva de semejante gloria y riqueza.

Este es medio suicida no?, dijo Harry en su mente.

No debía de ser el único que se estaba imaginando a sí mismo como campeón de Hogwarts.

En cada una de las mesas, Harry veía a estudiantes que miraban a Dumbledore con expresión de arrebato, o que cuchicheaban con los vecinos completamente emocionados.

Pero Dumbledore volvió a hablar, y en el Gran Comedor se hizo otra vez el silencio.

Aunque me imagino que todos estaréis deseando llevaros la Copa del Torneo de los tres magos, dijo, los directores de los tres colegios participantes, de común acuerdo con el Ministerio de Magia, hemos decidido establecer una restricción de edad para los contendientes de este año. Sólo los estudiantes que tengan la edad requerida (es decir, diecisiete años o más) podrán proponerse a consideración.

Ésta, Dumbledore levantó ligeramente la voz debido a que algunos hacían ruidos de protesta en respuesta a sus últimas palabras, especialmente los gemelos Weasley, que parecían de repente furiosos es una medida que estimamos necesaria dado que las tareas del Torneo serán difíciles y peligrosas, por muchas precauciones que tomemos, y resulta muy improbable que los alumnos de cursos inferiores a sexto y séptimo sean capaces de enfrentarse a ellas.

Me aseguraré personalmente de que ningún estudiante menor de esa edad engañe a nuestro juez imparcial para convertirse en campeón de Hogwarts. Sus ojos de color azul claro brillaron especialmente cuando los guiñó hacia los rostros de Fred y George, que mostraban una expresión de desafío.

Así pues, os ruego que no perdáis el tiempo presentándoos si no habéis cumplido los diecisiete años.

Las delegaciones de Beauxbatons y Durmstrang llegarán en octubre y permanecerán con nosotros la mayor parte del curso.
Sé que todos trataréis a nuestros huéspedes extranjeros con extremada cortesía mientras están con nosotros, y que daréis vuestro apoyo al campeón de Hogwarts cuando sea elegido o elegida. Y ya se va haciendo tarde y sé lo importante que es para todos vosotros estar despiertos y descansados para empezar las clases mañana por la mañana.

¡Hora de dormir! ¡Andando!
Dumbledore volvió a sentarse y siguió hablando con Ojoloco Moody.

Los estudiantes hicieron mucho ruido al ponerse en pie y dirigirse hacia la doble puerta del vestíbulo.

Que ridiculez, quien querría meterse en un peligro innecesario solo para ganar unos cuantos galeones, pensaba Harry mientras caminaba hacia la salida sin notar que la mirada de Draco que estaba puesta encima suyo.

¡No pueden hacer eso!, protestó George Weasley, que no se había unido a la multitud que avanzaba hacia la salida sino que se había quedado quieto, de pie y mirando a Dumbledore.

Nosotros cumpliremos los diecisiete en abril: ¿por qué no podemos tener una oportunidad?

No me van a impedir que entre, aseguró Fred con testarudez, mirando a la mesa de profesores con el entrecejo fruncido.

Los campeones tendrán que hacer un montón de cosas que en condiciones normales nunca nos permitirían. ¡Y hay mil galeones de premio!

, asintió Ron, con expresión soñadora. Sí, mil galeones...

Vamos, dijo Hermione con su insufrible voz, si no nos movemos nos vamos a quedar aquí solos.

Bueno Harry ya se había dado cuenta de quién era el idiota que haría eso por galeones.

Bueno fin del capítulo comenten que les pareció y voten en la estrella si les gustó, gracias por leer y hasta el próximo fin de semana.

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