Juanjo
- Álvaro, yo a ti te mato.-
- ¿Qué culpa tengo yo de que seáis unos lentos? Estuve esperando con el calentón dos horas para no molestaros. A ese punto yo ya me pensaba que os estarías echando la siesta del post-orgasmo.-
- Pero que dices chaval, lo de ir despacio lo decía de verdad. No quiero acelerar tanto las cosas con Martin, quiero que salga todo bien.-
- Para no querer acelerar las cosas casi os coméis la boca en la primera cita.-
- ¿Y qué tiene eso de malo?.-
- Que vais más desesperados que dos conejos.-
- Ay Álvaro por favor, solo nos hubiéramos besado, exagerado, no todos somos como tu listillo. Además, aquí la cuestión es que nos interrumpiste, no cambies de tema.-
- Y haber Romeo ¿Ya tienes otro plan para conquistar a tu chico?.-
- Tenemos una cita el viernes.-
- Mira tú por donde, pero ve con cuidado eh.-
- ¿Por qué?.-
- Porque como decía mi abuela, entre cita y cita, te empuja a su cama y no te avisa.-
- Eso no es así, es entre risa y risa, te empuja a su cama y no te avisa.-
- Ah, ¿Pero te hace reír?
- ¿Sí?.-
- Pues ten cuidado igual.-
- Eres insufrible.-
- Gracias amor.-
Desde que dejé a Martin en su casa después de nuestra cita no he parado de pensar en que hubiera pasado o cambiado si Álvaro no nos hubiera interrumpido. Nos abríamos besado, eso seguro, pero qué cambios tendría ese beso en nosotros.
Hoy, como cada lunes me toca ir a trabajar y, por lo tanto, pasar por la cafetería de Martin. Me sorprende ver que el cargamento de hoy sea solo específicamente para su cafetería, aquí hay suministros como para engordar a 20 personas, pero como voy a ver a mi chico no me voy a quejar.
Dejo el camión aparcado delante de la puerta, dejando espacio para que los coches pasasen. A través del cristal veo como hay más gente trabajando aparte de Martin y me sorprende por lo temprano que es. Al verme, Carmen viene a abrirme la puerta con su característica sonrisa tranquilizadora.
- Juanjo cariño, cuanto tiempo.-
- Hola Carmen, me alegro de verla.-
- No te asustes por el caos, hemos tenido un evento imprevisto y necesitamos tener la cafetería lista para antes de las doce.-
- Por eso tengo tanto cargamento para vosotros.-
- Efectivamente, nos faltaba de todo, anoche Martin se ofreció a hacer la lista de cosas que nos faltaban.- Cuando dijo el nombre de mi chico levanté la cabeza y lo de espaldas a nosotros preparando lo que supongo que son aperitivos, no creo que se haya dado cuenta de que he llegado.- Por cierto, ya debes conocer a Martin ¿no?-
- Sí, lo conozco bien.-
- ¡Que bien! Martin es muy buen niño, como tú, sabía que os llevaríais bien. Venga, no te enredo más que no quiero retrasarte.-
Carmen vuelve a irse hacia la barra con el papeleo y yo me quedo unos segundos de pie observando el percal. Aparte de Martin estaban las dos chicas y el chico de la otra noche junto a una chica que no estaba. Luego también estaba un hombre no mucho más mayor que nosotros limpiando todas las mesas y colocándolas.
Al ver que Martin estaba muy ocupado con lo suyo le dejo trabajar y empiezo a descargar cajas. Al pasar por al lado de la barra me fijo en que Martin lleva puestos unos auriculares y por eso no me ha oído entrar. Se le ve muy concentrado y algo estresado mientras intenta que la masa de lo que supongo que son cruasanes se estire bien.
Esta vez tardo más de media hora en descargar el camión por completo y otros veinte minutos en colocar las cajas en su sitio. Al acabar veo que a Martin se le está complicando la tarea de hacer los aperitivos, ya que tiene a la que creo que se llama Fernando y al Esteban tirándose la masa entre ellos.
- ¿Podéis parar por favor? Os he dicho que no necesitaba vuestra ayuda, que puedo hacerlo solo.-
- Pero Carmen nos ha dicho que debes darte más prisa y que te ayudemos.-
- Lo único que hacéis es retrasarme.-
- Cariño, que seas un lento no es nuestra culpa.-
Veo como Martin se lleva las manos a la cabeza en señal de frustración a la vez que los otros dos seguían con su juerga. Este es mi momento de intervenir. Me acerco a él bajo la atenta mirada de sus compañeros y lo agarro de la cintura para pegar su espalda a mi pecho. Con una mano le quito los auriculares y lo rodeo con mis brazos para reconfortarle, dejando pequeños besos por su cuello y mandíbula.
- Hola precioso.-
- ¿Juanjo?- Se gira rápidamente para encararme y al verme se le iluminan los ojos. Rodea mi cuello poniéndose de puntillas y me abraza con toda la fuerza que tiene.- ¿Cuándo has llegado?
- Hace una hora, ya he descargado el camión, pero te he visto tan concentrado que no quería molestarte.-
- No si no eres precisamente tú el que molesta.- Martin se giró a mirar acusatoriamente a sus compañeros que veían la escena expectante.
- No te preocupes cariño, déjame ayudarte a acabar.-
- No Juanji no hace falta, yo puedo acabarlo solo.-
- Lo sé, pero quiero ayudarte, ¿Me dejas?.- Intenta aparentar que se lo está pensando, pero su sonrisa boba que tanto me gusta lo delata. Sin necesidad de que me conteste voy al fregadero apartando a los otros dos incordios para lavarme bien las manos con agua y jabón.
Nos pasamos una hora entera haciendo mini cruasanes, empanadillas de atún y más aperitivos mientras tonteábamos como si fuéramos los únicos ahí dentro. Para agradecernos la rapidez, Carmen deja que Martin tenga un descanso de una hora y media mientras los demás acababan de preparar los preparativos.
Casi superando los límites de velocidad llevo el camión a la empresa donde trabajo y me cambio por una ropa más cómoda. Arranco la moto y con un casco de sobra que me deja uno de mis compañeros voy a buscar a Martin a la cafetería. Al llegar me están esperando mi chico y Carmen en el portal.
- Ya veo que no mentías cuando me has dicho que lo conocías bien.- Carmen fue la que habló después del corto abrazo que me da Martin.- Sabes, a mi marido lo conocí en esta cafetería.- Y dicho esto se vuelve a meter dentro del establecimiento.-
- ¿Dónde me vas a llevar don misterioso?-
- ¿Dónde te gustaría ir?-
- Hombre, a tu cama no estaría mal, pero me conformo donde sea.-
- No conoces la vergüenza. Me encantas.-
- ¿Qué has dicho?-
- Que te agarres fuerte que no quiero perder más tiempo.-
Y dicho eso empecé a conducir hasta uno de mis lugares favoritos de toda la ciudad, mi lugar seguro. Se trata de un mirador a las afueras, no es ni un mirador, es un lugar que cree yo para ir a despegarme a veces, lo usaba mucho cuando empecé a pelearme con mi ex en mi última relación. Se trata de un camino escondido detrás de unos matorrales que llegan a una gran piedra donde se puede descansar.
- Juanjo esto es precioso.-
- Un día que iba muy borracho volví a pie hacia mi casa y me paré a mear al principio del camino, vi que al fondo no había matorrales y pasé al otro lado. Así encontré esto. Ha sido mi lugar de desconexión hasta ahora.-
- Es increíble.-
- Bueno, ahora es nuestro lugar de desconexión.- Se giró a mirarme con los ojitos muy brillantes. Me siento la persona más agradecida de este mundo al poder ser yo quien mira directamente a esos ojos llenos de amor.
- Has hecho más tú por mí que mis ex en toda mi vida.- Nos hemos sentado al borde y tiene la cabeza apoyada en mi hombro.
- No me creo que con lo guapo y bueno que eres no haya habido nadie que te haya tratado como te mereces.-
- Eso me pasa por haber tenido novios extranjeros.-
- ¿Has tenido muchos?-
- Dos, uno francés y el otro era medio vasco medio Italiano. No te creas la farsa de las películas, los extranjeros no son tan románticos como los pintan, son muy egocéntricos.-
- Dímelo a mí, la única novia que he tenido era inglesa.-
- ¿Acabasteis mal?-
- Me puso los cuernos con el que era mi mejor amigo.-
- Pues como yo. El francés tenía un novio en Barcelona y otro en París, aparte de yo. Y el vasco tenía novia porque no era capaz de salir del armario.-
- Vaya parejas hemos tenido, de todas partes del mundo.-
- Si ¿Pero sabes qué?.-
- Dime.-
- Aún no he tenido un novio de Zaragoza, tendremos que cambiar eso.-
Hola majas, gracias por todo el apoyo que está teniendo esta historia. Quiero leer vuestras teorías ¿Cómo crieis que se va a ir evolucionando la historia? (Primer beso, pedida de mano...) ¡Os leo!
Por cierto ¿Qué os parece la portada? El dibujo es mío, si lo queréis ver más de cerca lo tenéis en mi Twitter (Ya no se dice así pero bueno) X: @luslus006
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Coffees
FanfictionMartin lleva compaginando sus estudios y su trabajo en la cafetería dos años. Dos años desde que lleva pillado del repartidor de su local.