Sinopsis

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La pequeña niña de cabellos albinos, con esos ojos únicos que parecían contener el reflejo de todo un mundo inexplorado, se aferraba a su peluche con desesperación. Sus sollozos resonaban en el aire, llenando el silencio de la estancia. Frente a ella, su madre la miraba con una mezcla de amor y dolor indescriptibles. Aquella mujer de cabellos plateados sentía su pecho oprimido, cada respiración un recordatorio del sacrificio que estaba a punto de hacer. Un dolor que solo una madre podía entender.

En aquellos últimos instantes que compartían, la madre se inclinó hacia su hija, abrazándola con toda la fuerza que sus cinco años juntas le permitían. En cada latido, en cada lágrima, se entretejían los recuerdos y las promesas no dichas.

—No me dejes... —sollozó la pequeña albina, sus palabras entrecortadas por el llanto—. Mamá, quiero ir contigo.

Las lágrimas de su madre cayeron como lluvia sobre su rostro, resbalando por sus mejillas con la misma inevitabilidad de lo que estaba por suceder. Con el corazón hecho trizas, besó suavemente la frente de su hija. Sabía que esta sería la última vez que sentiría su piel cálida bajo sus labios.

—Lo siento, Ellie... —susurró entre sollozos—. No estás segura conmigo, pero estoy segura de que tu padre te protegerá, mi amor.

Se incorporó, su cuerpo temblando ante la decisión que había tomado. Miró a su hija por última vez, observando cada detalle de ese pequeño ser que había traído al mundo. Sus ojos, su inocencia, su fragilidad. Y entonces, antes de que su voluntad pudiera flaquear, se dio la vuelta y caminó con rapidez, alejándose de su pequeña.

—¡No me dejes aquí! ¡Mamá! —el grito desesperado de Elizabeth la persiguió como un eco doloroso.

Aquel día, la pequeña Elizabeth, con apenas cinco años, comenzó una nueva vida. Una vida donde los peluches y los sueños infantiles serían sustituidos por armas de fuego y verdades crueles. Su padre, un hombre imponente y distante, la esperaba. Él la miró con una mezcla de sorpresa y aceptación, como si aún no pudiera creer que aquella niña fuera suya. Pero los hechos estaban ante él, y no había lugar para dudas ni sobornos.

—Elizabeth —pronunció su nombre con una firmeza casi cortante—. Te convertiré en una guerrera, digna de tomar mi lugar.

Las palabras resonaron en el aire, incomprensibles para la niña que aún apretaba su peluche contra su pecho, buscando en él la protección que su madre ya no podía darle.



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El significado del sinopsis será explicado más adelante, pero debo recalcar que primero hay que esperar. Tanto el prólogo como el sinopsis han sido muy cortos, pero es que no quiero spoilear a nadie ni a mi misma 😔

Por eso, necesito más tiempecito para poder darles capítulos largos y con mucho más contexto. Casi todas las noches me duermo pensado en que agregar a mi próximo capítulo y aveces me bloqueo, así que solo pido más paciencia pls 😓

Sin más que decir, nos vemos luego.

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