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—¡Felicidades, Kisaki! Por fin sales. ¡Fue un gusto conocerte! —el oficial te da una palmada en la espalda mientras te lleva a la oficina, que también es la salida. Ya te han dado ropa diferente a la de reclusa.

Han pasado dos años desde que te encerraron aquí, y nadie vino a visitarte. Ni una sola persona. Pero preferiste que fuera así, porque esperas que te hayan olvidado.

Digamos que tienes alrededor de dieciocho años ahora. Tu cumpleaños fue hace poco. Pero no había nadie para celebrarlo contigo, y, para ser honesta, nunca hubo nadie.

—¡Bueno! ¡Sigue tu camino! —el oficial abre la puerta para ti, dejando que la luz del sol te golpee en la cara. Levantas el brazo para bloquear el sol mientras sales del recinto; no tienes idea de a dónde ir. Nadie estuvo para cuidar tu casa, así que probablemente la hayan vendido.

Dirías que no hay nadie esperándote, pero eso sería mentira.

—¿Quién eres? —preguntas al hombre, pero al mirar más allá de él, donde otras personas están de pie, te congelas. Cuatro rostros familiares te están mirando.

—Terano South. Vas a unirte a mi pandilla —ni siquiera es una pregunta. Simplemente te ordena unirte a su pandilla, y habrías dicho que no de inmediato. Pero no lo haces.

—Vale, tranquilízate, acabo de salir de ahí y no planeo volver a entrar por otra pandilla. Además, ¿por qué diablos están ellos aquí? —señalas a los cuatro chicos detrás de él, ninguno de ellos ha cambiado mucho desde la última vez que los viste. Los hermanos Haitani se ven igual que siempre, e Izana y Kakucho tampoco parecen diferentes, excepto por el hecho de que el cabello de Izana está un poco más largo.

—Ellos son los que me hablaron de ti —informa South, pero solo le lanzas una mirada de advertencia.

—No voy a unirme a tu pandilla. No quiero tener nada que ver con ninguna pandilla, estoy dejando esa vida atrás, así que olvídalo —te das la vuelta y empiezas a alejarte, pero alguien te agarra por la muñeca. Con reflejos rápidos, te giras y lo golpeas en el costado de la cabeza. Aprovechando su sorpresa momentánea, liberas tu muñeca de su mano y sales corriendo del grupo.

—¡MALDITA! —la voz confirma que el hombre que te agarró fue Rindou. Sus pasos te siguen mientras corres sin rumbo por el campo. El lugar donde estabas encerrada está rodeado de tierras de pasto durante unos dos kilómetros, y luego aparece cualquier tipo de civilización.

—¡¿VAS A HUIR OTRA VEZ?! —Tus piernas ya empiezan a doler. Habías corrido aquí algunas veces, después de ganarte la confianza de los oficiales, pero siempre ibas despacio para mantener el ritmo. Ir despacio no es una opción ahora.

Corres un poco menos de un kilómetro cuando puedes escucharlos acercándose. Deben estar más lejos. Error. Están más cerca de lo que pensabas.

De repente, alguien roza la parte trasera de tu camiseta, y cometes el error de mirar hacia atrás para ver quién es, lo que te hace reducir la velocidad. Esto le da la oportunidad de agarrar tus brazos y sujetarlos detrás de tu espalda, deteniéndote evidentemente de escapar.

Jadeando, miras detrás de ti para ver quién es. Izana te sonríe. Los otros cuatro chicos te alcanzan, y South se acerca a ti.

—Como dije antes, te unirás a mi pandilla. No tienes opción —sin que digas nada, se aleja, posiblemente hacia donde están sus vehículos. Izana te suelta, pero tu mano es inmediatamente agarrada por otra. Kakucho no dice nada mientras te guía hacia sus vehículos.

Al mirarlo más de cerca, puedes ver vendajes sobre heridas frescas, e incluso algunas heridas antiguas que no están vendadas, pero no indagas.

—No puedes huir otra vez... —una voz burlona viene del lado opuesto al que está Kakucho. No tienes que mirar para saber que es Ran.

—Cállate —resoplas, apretando los puños, agarrando la mano de Kakucho con más fuerza. Él mira hacia donde están conectadas sus manos, y la reposiciona. Ajusta su mano para que sus dedos se entrelacen con los tuyos.

—Tranquila, T/N —dice firmemente, mientras tú también miras hacia sus manos, sin decir nada, los sigues en silencio, mientras los otros tres chicos observan a Kakucho.

Durante el trayecto fuera del recinto, Kakucho te informa sobre la situación en el mundo de las pandillas, así como sobre cómo están tus amigos. Por lo que sabes, Kazutora, Mikey y Kokonoi están en una pandilla llamada 'Kantou Manji Gang' con Baji y Sanzu. Inui está trabajando en una tienda con Draken, casi todos los demás están llevando una vida normal ahora, y Hanma no ha sido visto desde el incidente de Kantou. Y, Toman se disolvió. Pero eso te importa poco.

Miras por la ventana del coche en el que estás, South fue por su cuenta. Izana, tú y Kakucho están en el asiento trasero, mientras que Ran está conduciendo con Rindou en el asiento del copiloto.

Poco a poco, tus párpados empiezan a caer, y tu cabeza se inclina hacia un lado. No puedes decir si tu cabeza aterrizó en la ventana o en el hombro de Kakucho, pero esperas que sea lo último.

—Ahora, solo tenemos que asegurarnos de que Mikey no descubra que ha sido liberada —murmura Izana, y todos asienten en acuerdo. Hasta hace unas semanas, nadie sabía en qué instalación estabas siendo retenida.

Por alguna razón, las autoridades mantuvieron tu ubicación muy privada. Pero los Haitani de alguna manera te encontraron, con información que les dio un extraño con tatuajes extraños en sus manos. Pudieron convencer a South de que te obligara a unirte a la pandilla, solo para que no te escaparas de nuevo.

—Necesitamos tener cuidado, escuché que Kokonoi descubrió dónde estaba, vendrán a llevarla a la Kantou Manji Gang si no tenemos cuidado. —todos saben que te unirías sin dudarlo, ya que Mikey está ahí.


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N/A: ¿Qué interés amoroso te gusta más en este momento?

También voy a poner las edades de todos porque honestamente olvidé que Kisaki tenía 13 años cuando lo hice tu gemelo. Te estoy aumentando a alrededor de 18, por lo que no es una diferencia de edad extraña con los personajes mayores.

Estas son sus edades actuales a partir de este capítulo, Ran-20, Rindou-18-20 (no sé su edad), Izana-20, Mikey-17, Kokonoi-17, Inui-18, Kazutora-17, Hanma-18, T/N-18, Kakucho-17


𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙩𝙚 𝙤𝙙𝙞𝙖 - Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora