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Regresas a casa y Mikey suelta tu mano para limpiarse la sangre. Kokonoi está asignando habitaciones a los cinco nuevos compañeros, los hermanos Haitani comparten una habitación para ahorrar espacio. Ni siquiera quieres preguntar qué tan grande es este penthouse, teniendo que alojar a unos 10 chicos y 1 chica.

Regresas a tu habitación, cambiándote del uniforme de la banda a ropa cómoda. Sacas tu teléfono del bolsillo cuando vibra y ves un mensaje de un número desconocido.

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Desconocido: Hola

T/N: Creo que te has equivocado de número.

Desconocido: No lo creo, ¿es T/N L/N?

T/N: ¿Quién eres?

Desconocido: Seishu Inui, solo tengo un favor que pedirte.

T/N: Oh, ¿qué es?

Inui: Por favor, cuida de Koko. Sé que estás viviendo con él y solo quiero que lo vigiles ya que yo ya no estoy ahí.

T/N: ¡Puedo hacerlo! ¿Pero por qué te importa tanto?

Inui: Es solo alguien que me importó en el pasado, y como recientemente perdí a mi mejor amigo actual, quiero asegurarme de que al menos él esté a salvo.

T/N: ¡Seguro!

Inui: Gracias.

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Después de eso, ninguno de los dos vuelve a enviar mensajes, pero guardas su número por si acaso. Alguien toca a tu puerta y le dices que entre. La puerta se abre para revelar a Ran, que está vestido con ropa cómoda.

—¿Qué necesitas? —preguntas, volviendo a mirar tu teléfono mientras él se queda en la puerta.

—Um, todos los chicos van a ver una película y quieren que te unas —te dice, pero ya estás levantada y fuera de la puerta, caminando rápido hacia la sala de cine. Nunca has estado allí, pero puedes escuchar a los chicos discutiendo ruidosamente.

Cuando entras en la sala, todos se callan, observando cómo caminas hacia el sofá y te sientas entre Izana y Mikey. Resoplando, los otros chicos solo te miran con una emoción desconocida. Excepto Baji y Sanzu, que continúan discutiendo como niños sobre su tazón de palomitas compartido.

—¿Qué película vamos a ver? —preguntas.

—Estamos viendo (inserta tu película favorita) —te informa Mikey, y tratas de reprimir tu felicidad— Sé que es tu favorita —añade al final.

Ran baja las luces al entrar en la habitación detrás de ti, cerrando la puerta mientras Kazutora empieza la película. Mientras tus ojos están enfocados en la pantalla, no te das cuenta de las miradas que te roban cada oportunidad que tienen. Excepto Sanzu y Baji, ellos están tan concentrados en la película como tú.

Alguien desliza su mano hacia la tuya, entrelazando sus dedos con los tuyos. Cuando miras, ves a Izana mirándote.

Pillado en el acto, se sonroja e inmediatamente vuelve su atención a la película. Mikey nota esta interacción y entrelaza sus dedos con tu otra mano, observando cómo ignoras completamente sus gestos.

Está a punto de decir algo, pero al ver una pequeña sonrisa aparecer en tu rostro, se queda callado y deja que todos disfruten de la película en paz.

La película termina y todos comienzan a conversar entre sí, pero Izana y Mikey los hacen callar. La atención se centra en tu figura dormida, con las manos aún entrelazadas con las de Mikey e Izana, mientras tu cabeza ha caído en el hombro de Izana.

—No la despierten...

Sanzu y Baji ponen los ojos en blanco, se levantan y salen de la habitación juntos. Todos los demás empiezan a ponerse cómodos en el sofá de la sala de cine, mientras Izana le pide a Kakucho una almohada. Kakucho agarra la almohada más cercana, que resulta ser la que está usando Rindou.

—Oye...

—Cállate, Rin —lo regaña su hermano, señalando a Izana que está moviendo tu cabeza de su hombro y colocándola sobre la almohada.

Los chicos finalmente notan a Mikey durmiendo a tu lado, pero Kokonoi solo niega con la cabeza.

—No intentes moverlo a menos que quieras un miembro roto... —susurra, jalando la manta que estaba usando más cerca de su cuerpo. Todos están de acuerdo en silencio en dejarte en paz y ponerse cómodos, teniendo una especie de pijamada en la sala de cine.

No te das cuenta de cuánto les importas.

𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙩𝙚 𝙤𝙙𝙞𝙖 - Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora