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─── Bueno, señor, dejaré este papeleo por aquí y, con su permiso, me retiro. Buena noche.

Ser el heredero de una empresa no es fácil, y menos si eres de una familia como la mía, que desea perfección en cada paso. Así es la familia Morningstar. Vi el papeleo que tenía que rellenar y me dispuse a empezar, pero vi al otro extremo de la habitación un cuadro de mi esposa junto a mi manzanita, Charlie. No sé cómo pasó de amarme a odiarme. Me pregunto dónde habrá quedado esa hermosa alfa tan amorosa y buena madre que era con Charlie, para convertirse en alguien totalmente diferente. De contestarme con bonitas palabras como "Hola, amor", pasó a ni siquiera voltearme a ver y, de vez en cuando, responderme con un "hola" seco y con desprecio. Un día dijo que saldría como de costumbre con algunas amigas como Eva, Lute y Verosika. El sueño me ganó y me fui a dormir; a la mañana siguiente no la vi. Pasaron los minutos, horas, días, semanas, meses e incluso años...

Un sonido me distrajo de mis pensamientos. Era mi teléfono. Me estaba llamando mi hermana Emily. Me dispuse a agarrar el teléfono y contesté.

─── ¿Hola?... ¿Qué pasó, Emily?

Dije con duda, ya que no sabía para qué me llamaba a esta hora.

─── Oh... Hola, Lucifer. Quería decirte que dejé a Charlie durmiendo en su cama. Ven lo más rápido que puedas porque ya me tengo que ir.

─── Claro, Emily, ya solo termino esto y voy.

─── ¡Okey, bye!

Con eso cortó la llamada. Tenía que rellenar todo ese papeleo lo más rápido posible para llegar a casa y ver si mi manzanita estaba bien. Empecé a rellenar todo ese papeleo lo más veloz que pude. Cuando terminé, me dirigí al último piso, ya que mi oficina estaba en uno de los pisos más altos de la empresa Morningstar. Bajé, me subí a mi auto y me fui a casa. Cuando llegué a mi destino, abrí la puerta, encendí la luz y fui al cuarto de mi Char Char a ver si estaba bien. Y sí, estaba durmiendo tan tranquilamente que me acerqué y le di un beso en la frente.

─── Buenas noches, mi pequeña...

Dije susurrando y saliendo de la habitación.

Fui a mi cuarto, me quité la ropa, me fui a bañar y me puse mi pijama de patos. Me acosté en mi cama y me dispuse a dormir. Me quedé dormido, pero unos ruidos me hicieron despertarme. Me levanté, bajé las escaleras y escuché que el ruido venía de la cocina. Fui a la cocina a mirar una de las escenas más tiernas del mundo: era mi pequeña comiendo galletas de un frasco enorme que estaba en la nevera. Ella no notó mi presencia, así que decidí hablar.

─── ¿Comiendo galletas a mitad de la noche?

Dije riendo al final. Ella se volteó y estaba con ese frasco enorme de galletas, más grande que sus manitas, y con su carita toda manchada por las migajas de galletas. Me miró con cara de sorprendida y dejó caer el frasco de galletas, que por suerte no se rompió, y fue corriendo subiendo las escaleras. Yo me reí porque me parecía chistoso su manera de reaccionar. Guardé el frasco de galletas en la nevera y subí las escaleras. Vi la puerta del cuarto de mi pequeña semiabierta, así que la cerré, me fui a mi habitación a dormir, pero me distraje viendo mi teléfono, así que me acosté más tarde de lo que debía.

Al día siguiente me desperté con tremendo dolor de cabeza por la trasnochada y fui al cuarto de mi pequeña. La empecé a despertar.

─── Charlie... Despierta, tienes que ir al colegio.

Dije con una mano sobándome el ojo por el cansancio, acompañado de un bostezo.

─── No quiero ir al colegio...

Dijo mientras hacía un puchero. Me reí y le dije:

─── Ven, vamos, no es para tanto.

La levanté, la bañé y le puse su hermoso traje escolar que le quedaba precioso. Desayunamos y nos montamos en el auto. Primero la dejé en su colegio y después fui a mi trabajo, pero escuché una transmisión de radio que cantaba una hermosa canción y vi unos postes que estaba repartiendo un trabajador de la empresa. En uno de ellos había un hermoso chico moreno con lentes y con cabello castaño; puedo jurar que es un Omega. Cuando lo vi, sentí algún tipo de... ¿conexión?













¡Hola! ¿Cómo están? Soy principiante en escribir historias, esta es la primera, ¿qué les parece? Espero que sea de su agrado para continuarla. Quería decirles que en este mundo, Lucifer es más alto que Lilith y Alastor, que es Alfa, y que Lilith es una Alfa sumisa. Bueno, espero que lo hayan disfrutado. Díganme qué les gustó y si ven algún error de ortografía, por favor, háganmelo saber para corregirlo. 

¡Voten!

Palabras: 800 

"Rosas en el Asfalto" RadioApple/AppleRadio OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora