El Rey [Gay +18]

El Reino

     Erase una vez en los años 1969 en las afueras de una isla, existía un pequeño Reino adoctrinado por un despiadado Rey, el Rey Gael, rubio de ojos azules, cara y cuerpo tallado por los mismísimo dioses y un carácter parecido al similar al de Lucifer.

  Sus normas estaban claras, nadie podía mirarlo fijamente a los ojos, tocarlo o hacer algún otro acercamiento físico, su castillo era un templo, ahí vivían, su madre, sus dos hermanas y sus dos criados, solamente tenía 24 años, pero al morir sus padre el trono pasó a su nombre y la Corona a su cabeza.

El padre mientras estaba en vida lo adoctrinó de una manera cruel, inculcándole todo el odio para así seguir su legado, los simples mortales (cómo le llaman a los pobretones) vivían en el pueblo, algunos con la esperanza de trabajar un día para el Rey.

En una de esas casas vivía Abraham, un chico tímido, noble pero con una atracción que no se perdonaba en ese lugar, él padre un día lo encontró en el granero:

Ahí estaba Abraham, con los pantalones por los tobillos, sus manos en su pene mientras se masturbaba al ver aquel joven que se bañaba en el río a pocos centímetros del granero, él joven desnudo, se bañaba a diario ahí era pariente de la familia Real aunque no era de este Reino de vez en cuando visitaba este lugar, siempre iba a bañarse mientras follaba con su novia,  Abraham aprovechaba para ver dicho panorama y así poder darse placer.

Abraham solo quería ocupar el lugar de la chica en ese momento, estaba excitado, gemía de la ganas de sentir el pene del joven dentro de él, que este lo sustituía por sus dedos húmedos, escupía su polla y continuaba frotándola deliciosamente, apretaba sus tetillas y suspiraba al apretarse el cuello hasta que:

—¡Hijo de él demonio! Le grita el padre

—Padre!— Déjeme explicarle, no es lo que usted piensa, hay una chica muy guapa en el río, entiéndame— dice Abraham mientras disimulaba

El padre se asoma para confirmar y solamente estaba el joven como dios lo trajo al mundo, el joven estaba bañándose y frotándose sus zonas íntimas.

—¿Me ves cara de estúpido?—dice mientras abofetea a Abraham—

—Padre, no le diga a nadie, me van a matar—le dice Abraham suplicando en el suelo—

—No!, te llevaré donde el pastor para que te hagan un exorcismo y después quemen tu sucio cuerpo—le dice mientras lo escupe.

—Padre haré lo que me pidas, lo que sea, lo prometo—

—¿Lo que sea?—pregunta el padre mientras trama algo—

—Sí, lo que sea, no te fallaré esta vez, lo prometo—dice Abraham mientras lloraba a cántaros—

—Trabajarás para El Rey como su criado, sin excusas y trabas, el dinero nos hace falta para salir de esta miseria y cuando recaude todo el dinero suficiente me iré con tu madre y tu hermana y te quedarás aquí, jamás volverás a vernos, ese es el trato o de lo contrario tienes las horas contadas-dice el padre mientras se burla de su propio hijo.

—Pero... ahí me despedazarán, son unos abusadores y unos nazis, me esclavizaran y no vera la luz del día—dice Abraham

—Si no aceptas te mataré con mis propias manos—le dice el padre

—Bueno.. acepto, pero me perdonas—dice Abraham mientras se lanza encima del padre-

—No!, Quítate!, y vístete pedazo de Maricón—le dice el padre mientras se marcha del granero.

Abraham comienza a vestirse, al terminar se cae el suelo y comienza llorar mientras golpea el mismo. Unas horas después el padre llevaba a su hijo al castillo, mientras el resto del pueblo quedaba mirando, las puertas del castillo se abren  y los soldados presentes toman al joven y lo arrastran hasta el castillo, Abraham solo veía la mano de su hermanita diciéndole Adiós.

Al llegar dónde el Rey lo lanzan al suelo quedando a pocos metros de su trono.

—Mi rey, estoy aquí para servirle, ayudarle y ser un fiel criado—dice Abraham

—Porqué estás aquí andrajoso? Pregunta Gael(El Rey)

—Señor, mi padre me envió porque...

—Está aquí porque lo encontraron robando valijas a las damas del pueblo- comenta un guardia.

Al parecer el padre mintió, no le convenía que su hijo fuera asesinado por lo que hizo ya que él perdería y sería desterrado de ahí. Abraham solo miraba al suelo hasta que levantó su mirada y quedó hipnotizado por la belleza de Gael,

—Al Rey no se le mira joven, ¡largo! Anda a hacer tus labores, te enseñarán donde dormirás, espero que no le temas a las ratas—dice el Rey mientras suelta una enorme carcajada—

Mientras Abraham limpiaba con sus puños los suelos de aquellos pasillos enormes, Gael pasaba ensuciando todo lo que este había limpiado, Abraham escucha cuando El Rey le dice:

—Levántate de el suelo y prepárame una tina con agua caliente, ¡Ahora!

Este se levanta y rápido se dirige al baño, prepara la bañera y se marcha, mientras se iba ve una hermosa joya y se queda perdido al mirarla, la sostiene en sus manos y siente que se acerca alguien, Abraham rápidamente se esconde detrás de unos toneles y mira por un agujero.

Gael estaba quitándose la ropa para darse un baño, Abraham cada vez quería mirar más, El Rey se desnuda por completo haciendo notar su cuerpo voluminoso, nalgas empinadas, piernas grandes, pecho salido, vellos por todos lados y lo que más le gustó a Abraham su hermosa polla, recta, varonil, llena de venas y con algunos vellos que eran gustosos en aquellos tiempos, este se adentra en su bañera y comienza darse cepillo en la espalda,

—Que maravilla!—dice Abraham en voz baja—

                            ¡Quién anda ahí!