Examenes Chunin Parte 3

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Llegar a la torre después de sobrevivir al Bosque de la Muerte fue un alivio temporal, pero sabíamos que lo más difícil estaba por venir. Las rondas preliminares determinarían quiénes avanzarían a la tercera fase de los exámenes Chunin. Después de lo que sucedió con Sasuke en el bosque, la preocupación estaba latente en todos nosotros, pero no había tiempo para descansar.

Al entrar a la gran sala de la torre, nos encontramos con todos los equipos que habían logrado llegar hasta aquí. El ambiente estaba cargado de tensión, cada uno de los participantes sabía que esta era una prueba definitiva. Sasuke, aunque todavía estaba visiblemente afectado por la marca maldita, se mantuvo firme. Naruto, por su parte, parecía más motivado que nunca. Y yo... sentía la presión de demostrar mi valía, no solo por mí, sino por el equipo.

El Tercer Hokage explicó que, debido al gran número de ninjas que había superado la segunda fase, se realizarían rondas preliminares de combates uno a uno. Solo los vencedores avanzarían a la tercera fase. Los nombres de los participantes comenzaron a aparecer en la pantalla, y los primeros enfrentamientos comenzaron.

La primera batalla fue entre Sasuke y Yoroi Akado. Aunque Sasuke estaba debilitado por la marca maldita, logró mantener el control y, con un Chidori improvisado, derrotó a su oponente. No obstante, su victoria tuvo un precio: la marca maldita se activó nuevamente, y fue retirado de la sala para recibir atención médica.

Las peleas continuaron, y finalmente, mi nombre apareció en la pantalla, junto al de Kin Tsuchi, una kunoichi del Sonido. Sabía que ella y su equipo estaban conectados con Orochimaru, lo que significaba que esta batalla no sería fácil. Al subir al área de combate, sentí la mirada de todos sobre mí, especialmente la de Naruto, quien me animó desde la distancia.

"¡Tú puedes, (T/N)! ¡Demuestra de qué estamos hechos!" gritó con entusiasmo.

La pelea comenzó, y Kin no perdió tiempo en utilizar sus senbons con cascabeles, una técnica que creaba ilusiones perturbadoras con el sonido. Sabía que no podía dejarme atrapar por esas ilusiones, así que me concentré en bloquear el sonido y en mantener mi mente clara. Utilicé mi velocidad y estrategia para acercarme a ella, esquivando sus ataques con precisión. Cuando finalmente logré desarmarla, utilicé una técnica de clonación para confundirla y la dejé fuera de combate con un golpe directo.

Con la victoria asegurada, sentí un alivio temporal. Había superado una de las pruebas más difíciles, pero sabía que esto solo era el comienzo. Naruto me recibió con un gran abrazo cuando volví con el equipo, mientras Ino me dedicaba una sonrisa de orgullo desde su lugar en la sala. Su apoyo silencioso significaba mucho para mí.

Las rondas preliminares continuaron hasta que finalmente todos los combates terminaron. Los ninjas restantes que habíamos superado esta fase fuimos informados de que teníamos un mes para prepararnos antes de la tercera y última fase del examen. Era un tiempo valioso, y necesitábamos aprovecharlo al máximo.

El siguiente día, Jiraiya, uno de los legendarios Sannin, se presentó ante Naruto y a mí. "He decidido entrenar a ambos durante este mes," dijo con su tono desenfadado, pero serio. "Los dos tienen potencial, pero necesitan perfeccionarlo si quieren tener una oportunidad en la siguiente fase."

Naruto estaba emocionado, y aunque yo también lo estaba, sentía una mezcla de nerviosismo y anticipación. Jiraiya no era solo un poderoso ninja, sino también alguien con una reputación impresionante. Sabía que este entrenamiento sería duro, pero también sería la clave para avanzar.

El entrenamiento con Jiraiya fue intenso desde el primer día. Comenzamos con técnicas básicas de control de chakra, algo en lo que Naruto y yo todavía necesitábamos mejorar. Jiraiya nos enseñó a caminar sobre el agua, una habilidad crucial para mejorar nuestro control. Mientras Naruto luchaba al principio, logré captar la técnica con algo más de rapidez, aunque no podía evitar reírme de las constantes caídas de mi hermano al agua.

"¡Deja de reírte y ayúdame, (T/N)!" protestaba Naruto, salpicándome.

"No puedes depender de mí para todo," le respondía con una sonrisa. "Tienes que aprender a hacerlo por ti mismo."

A medida que pasaban los días, Jiraiya nos introdujo en técnicas más avanzadas. Para mí, se centró en mejorar mis habilidades estratégicas y en el uso de clones para confundir y engañar a los oponentes. También me enseñó técnicas de sigilo y espionaje, algo en lo que Jiraiya era un maestro.

Naruto, por otro lado, comenzó a aprender la técnica del Rasengan, un poderoso jutsu creado por el Cuarto Hokage. Jiraiya lo entrenaba duramente, y aunque Naruto se frustraba a veces, nunca perdía su determinación.

"Vamos, (T/N)," decía Naruto después de un día agotador de entrenamiento. "Tenemos que mejorar para ser los mejores, para que todos en la aldea nos reconozcan."

Asentí, compartiendo su entusiasmo. Aunque nuestros caminos y sueños eran diferentes, en ese momento compartíamos el mismo objetivo: convertirnos en ninjas más fuertes para proteger a nuestros seres queridos y demostrar nuestro valor.

El mes de entrenamiento pasó volando, y antes de darnos cuenta, llegó el día de la tercera fase de los exámenes Chunin. Mientras nos preparábamos para el combate, recordé las palabras de Jiraiya y la promesa que Naruto y yo nos habíamos hecho. No importaba lo que sucediera, estábamos listos para enfrentar cualquier desafío que viniera.

Miré a Naruto, que tenía una expresión decidida en su rostro, y sentí una ola de orgullo. No éramos solo hermanos, sino compañeros en este arduo camino. Estaba listo para enfrentar la batalla que se avecinaba, con la convicción de que, juntos, podríamos superar cualquier obstáculo.

Los Hermanos UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora