Triásico Medio

0 0 0
                                    

El Triásico Medio, que abarca aproximadamente entre 247 y 237 millones de años atrás, es una etapa clave en la historia de la Tierra, marcando el desarrollo de nuevos ecosistemas terrestres y marinos tras la recuperación de la gran extinción del Pérmico-Triásico. Durante este periodo, la vida comenzó a diversificarse y a prosperar de manera significativa, tanto en tierra firme como en los océanos.

Contexto Geológico y Climático

Supercontinente Pangea: Durante el Triásico Medio, Pangea seguía siendo el supercontinente dominante, aunque comenzaba a mostrar signos de fragmentación que se acentuarían más adelante en el Mesozoico. Este supercontinente generaba un clima continental extremo, con estaciones muy marcadas, caracterizadas por veranos cálidos y secos e inviernos fríos.

Clima: El clima del Triásico Medio fue en general más cálido y seco que el del Triásico Inferior. Las grandes áreas de desierto y sabana eran comunes en el interior de Pangea, aunque también existían regiones costeras con climas más húmedos y templados.

Vida en el Triásico Medio

Este periodo fue testigo de una recuperación notable y una explosión de la biodiversidad tras la extinción del Pérmico, con la aparición de nuevos grupos de reptiles, plantas, y otros organismos.

Flora: Las coníferas y otros tipos de gimnospermas comenzaron a dominar los paisajes terrestres, desplazando a los licófitos y otros grupos de plantas que habían sido más comunes en períodos anteriores. También surgieron las primeras plantas con semillas verdaderas, que tenían ventajas en los climas más secos y estacionales de Pangea.

Fauna Terrestre:

Arcosaurios: Los arcosaurios son un clado de reptiles que jugaron un papel fundamental en la historia evolutiva del Mesozoico. Originados durante el período Triásico, estos animales se diversificaron y dieron lugar a algunos de los grupos más icónicos de la era, incluidos los dinosaurios, pterosaurios y cocodrilos. La clave del éxito evolutivo de los arcosaurios radica en su anatomía distintiva, adaptaciones locomotoras y una serie de innovaciones fisiológicas.

Características Generales de los Arcosaurios

Aberturas Antorbitales: Una de las características más distintivas de los arcosaurios es la presencia de una abertura antorbital (una abertura adicional delante de las órbitas oculares) en el cráneo. Esta estructura probablemente reducía el peso del cráneo y podía estar relacionada con la mejora del sentido del olfato o la ventilación del sistema respiratorio.

Dientes en Alvéolos: Los arcosaurios poseen dientes que están insertados en cavidades (alvéolos), lo que contrasta con otros reptiles donde los dientes están fusionados directamente al hueso de la mandíbula. Esto les permitía un reemplazo más efectivo de dientes y una masticación más eficiente.

Postura Erguida: A diferencia de otros reptiles que se desplazaban con una postura más extendida, los arcosaurios desarrollaron una postura erguida, lo que les permitió caminar y correr con las patas directamente bajo el cuerpo, mejorando su capacidad para moverse de manera rápida y eficiente.

Corazón de Cuatro Cámaras: Aunque no todos los arcosaurios tenían un corazón completamente dividido en cuatro cámaras (como los mamíferos y aves modernas), el desarrollo de un corazón con una mayor separación entre las cámaras permitió una circulación más eficiente, particularmente en los que evolucionaron hacia una vida activa y de alto consumo energético.

Ventilación Pulmonar: Los arcosaurios desarrollaron un sistema de ventilación pulmonar más avanzado que otros reptiles de su tiempo, lo que les permitió mantener un metabolismo más alto, una ventaja significativa para depredadores activos y animales de gran tamaño.

Historia de la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora