El exorcista de las pesadillas americanas

Capítulo 51: La Iglesia

Capítulo 51: La Iglesia

"¿Préstamo de dinero? Hija, todavía no me has devuelto el último dinero que me prestaste..."

"...!"

"Ni siquiera puedes satisfacer la curiosidad de un anciano que está casi en su lecho de muerte..."

"...!"

"Hijo, ¿quién te protegió del interrogatorio de los obispos?"

"..."

En cuanto York mencionó pedir dinero prestado, se desató un torrente de palabras en el coche que lo dejaron atónito. Al oír el tono que sugería que la otra parte tenía más que decir, York no pudo evitar respirar profundamente e intervino rápidamente.

—¡Alto! Viejo, me rindo, admito la derrota. Solo quería pedir prestado algo de dinero para el resto del proceso. ¿Es tan necesario?

Este intercambio tuvo lugar en una habitación lejana, provocando una sonrisa en los ojos del anciano.

Esto divirtió al hombre de mediana edad que esperaba junto a la cama, vestido con una sencilla túnica clerical. Interactuar con ese niño siempre parecía consolar al Papa.

"Buen niño, cuéntame sobre anoche y tal vez estaré feliz de prestarte algo".

Al oír esto, York no tuvo más remedio que confesar la verdad.

En realidad, pedir dinero prestado era más bien un acuerdo tácito entre él y el anciano, un eufemismo para referirse a la limpieza de los desastres. De lo contrario, no habría estado tan despreocupado hasta ahora.

Si todavía quería quedarse en este país, probablemente sería necesaria la intervención de la Iglesia para limpiar el incidente de anoche. El primer bombardeo podría haber sido manejable, pero el segundo fue realmente demasiado, destruyendo un tercio de los pisos sexto, séptimo y octavo del edificio.

En su mentalidad de vida anterior, esto era un incidente muy grave, algo que podría atraer la atención nacional.

Pero este mundo paralelo no es como el mundo ordinario de su vida anterior. Debido a los frecuentes eventos sobrenaturales, este tipo de incidentes son relativamente comunes.

Es importante destacar que la infiltración y el poder de la Iglesia en este mundo paralelo eran mayores de lo que había imaginado.

A veces, cuando se trata de exorcismos y otros asuntos sobrenaturales, las organizaciones oficiales suelen hacerse a un lado y asumir la responsabilidad de dispersar a las multitudes o gestionar las consecuencias.

Esto era similar a algo que había oído en Neon Country, donde los mejores exorcistas tenían suficiente autoridad para poner a todo el sistema policial a su servicio. Podían evacuar a los residentes de una zona extensa utilizando algún pretexto, establecer controles de carretera y gestionar todos los asuntos posteriores.

Por eso le gustaba ser sacerdote, no sólo por la comodidad de ganar puntos con más facilidad, sino también por esa especie de comodidad desenfrenada. De lo contrario, hace tiempo que se habría convertido en un fugitivo nacional.

"..."

"..."

"Eso es. Había alguien que podía transformarse en humano y estaba jugando una especie de juego de juicio".

York recordó el charco de sangre negra y continuó.

"Aunque lo ahuyenté y podría haberlo lastimado gravemente, no se sabe cuándo podría reaparecer. Creo que la Iglesia debe tomar esto en serio".

El anciano escuchaba con satisfacción, mirando con orgullo al hombre de mediana edad que estaba a su lado y tocando el teléfono. Su orgullo como mentor era evidente.