En la casa de un reality televisivo, donde cada día es una batalla de estrategia, emociones y alianzas, Lizzy Espósito Rinaldi, una joven encantadora con un corazón de oro, se une al equipo Mar. Aunque inicialmente parecía una participante más, Lizz...
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Usted camine por donde quiere que ni un puto la va a tocar
Carnal que yo tengo mi chaman que me protege del mal
La tercera semana en la casa comenzó con una mezcla de expectación y tensión. Tras las eliminaciones de Paola y Shannik, la atmósfera estaba cargada de nervios y emociones encontradas. Los equipos, Mar y Tierra, estaban listos para enfrentarse a lo que prometía ser una semana complicada y llena de sorpresas.
Lizzy, por su parte, sentía una serie de emociones intensas. Su relación con Gala había crecido profundamente durante la última semana, y los sentimientos que compartían se habían convertido en algo palpable y hermoso. Cada mirada, cada sonrisa, cada abrazo significaba más que nunca. Pero también había algo en el aire que no podía ignorar: Sian estaba manifestando un interés cada vez más evidente en Lizzy, lo que provocó una serie de complicaciones emocionales y tensiones adicionales.
Sian, al ver la conexión creciente entre Lizzy y Gala, se llenó de celos y frustración. La presencia de Gala en la vida de Lizzy parecía un obstáculo insuperable. Los celos de Sian lo llevaron a tomar una decisión drástica: se unió al equipo de Tierra. Este cambio no solo sorprendió a todos, sino que también causó una gran conmoción en el equipo Mar, que se sintió traicionado por alguien que había sido una parte integral de su grupo.
La semana avanzaba con sus desafíos, y el ambiente en la casa era una mezcla de tensión y desilusión. Mientras el equipo Mar lidiaba con la traición de Sian, Lizzy se encontró en una conversación dolorosa con él, que reflejaba la profundidad de la decepción que sentía.
Lizzy encontró a Sian en una esquina del patio, sentado en una de las sillas. Se acercó con un aire de determinación y tristeza, dispuesta a hablar sobre lo que había sucedido. Sian levantó la vista al notar su presencia, y su expresión era una mezcla de desafío y arrepentimiento.
"Lizzy," comenzó Sian con una voz que trataba de sonar firme pero que temblaba ligeramente, "sé que estás molesta. Quiero que sepas que no tomé esta decisión a la ligera."
Lizzy lo miró con una mezcla de tristeza y frustración. "Sian, ¿realmente crees que eso lo hace mejor? No estás obligado a ser leal a Mar, lo entiendo. Pero lo que me duele es que pensé que lo que teníamos era especial. Las promesas que hiciste, las palabras que compartimos... ¿eran todas falsas?"
Sian bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras de Lizzy. "No eran falsas. Pero las cosas cambiaron. Ver cómo te acercabas a Gala, cómo todo entre ustedes se volvía más fuerte, me hizo sentir que no tenía lugar allí."
Lizzy sintió una punzada de dolor. "Entonces, ¿todas las veces que me dijiste que te importaba nuestra amistad, que teníamos un vínculo especial, eran solo palabras vacías? Porque ahora parece que todo lo que compartimos no significaba nada para ti."
