La madrugada seguía su curso,
el silencio dominaba la habitación,
y el tiempo, que antes corría veloz,
parecía detenerse en nuestra última despedida.
Nos quedamos abrazados,
como si ese gesto pudiera detener el tiempo,
como si al mantenernos juntos,
pudiéramos evitar lo inevitable.
Tus ojos, aún llenos de amor,
se encontraron con los míos,
y en ese cruce de miradas
se dijo todo lo que las palabras no podían expresar.
El amanecer aún no llegaba,
pero la realidad ya se imponía,
sabíamos que el final había llegado,
aunque nuestros corazones lo negaran.
Te desperté suavemente,
con un beso en la mejilla,
susurrándote al oído,
"Es hora de partir, mi amor".
El frío de la madrugada
nos envolvía mientras nos vestíamos,
cada prenda que nos cubría
era un recordatorio de que pronto te irías.
Te acompañé a tomar el tren,
queriendo asegurarme
de que llegaras a salvo,
aunque en mi interior deseaba que nunca te fueras.
Y mientras esperábamos,
te sostuve por última vez,
besé tu mejilla suavemente,
intentando grabar ese momento en mi memoria.
Finalmente, el tren llegó,
y con él, el inevitable adiós.
Te vi subir, mi corazón se rompía,
pero te sonreí, ocultando mi dolor.
El tren se alejó lentamente,
llevándote lejos de mí,
y en ese instante, supe con certeza
que una parte de mí se iba contigo.
Me quedé solo,
en la fría madrugada,
y mientras te alejabas,
sentí que mi mundo se desmoronaba.
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Una Última Noche
Teen FictionUna historia de amor y despedida, donde dos almas se reencuentran para compartir una última noche juntos. Entre confesiones, disculpas y un amor que nunca murió, descubren que esta noche marcará sus vidas para siempre. Pero el amanecer trae una verd...