ִֶָ𓂃 ࣪˖ 𝟏. ࿐

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- Buenos días joven, pase por favor. - Una mujer delgada y deslumbrante sigue al chico rubio hasta su despacho. - Bueno... Uhh ..
Lo hiciste... no muy bien en el examen de ingreso.

- Di que lo hice fatal, ya lo sé.

Estaba harto de que fingieran empatizar con él. Tenía malas notas (horribles) y por la misma razón se había presentado a varias escuelas con la esperanza de ser aceptado a pesar de ellas. Por la forma en que la profesora actuaba delante de él, hablándole con esa sonrisa falsa, supuso que sería rechazado de nuevo.

- ¡No es así! - se apresuró a negar. - Es decir, sí, hay mucho margen de mejora, pero en mi caso, realmente creo que los chicos no son todos iguales, ni deben ser evaluados de esta forma tan aburrida. ¿No te parece?

- ¿Qué sentido tiene? - "Sólo dime que soy idiota". Refunfuñó para sus adentros.

- Dime, Katsuki-kun ¿en qué te consideras bueno? ¿Qué piensas hacer en la universidad?

- ¿En la universidad? Ni siquiera me aceptan en las escuelas. - Puso los ojos en blanco, molesto. - ... Me gustan los deportes, y escribir.

- ¿Lo ves? ¡Ahí lo tienes! - se cruzó de brazos riendo- Ése es el tipo de cosas que normalmente no se evalúan, pero ahí es donde encuentras el verdadero el potencial.

Después de pensar un rato, la mujer le entregó unos documentos, confirmando que podía ingresar en la institución con la condición de que explorara sus habilidades, y se motivara para estudiar, para mejorar sus notas.

Internamente, el chico quería levantarse y saltar de alegría, por fin, podría empezar a caminar en busca de su verdadero objetivo, ser independiente. Dejar de vivir bajo la sombra de su padre y empezar a valerse por sí mismo, para que algún día, cuando tenga éxito, pueda decir con orgullo que lo hizo todo él solo, sin ayuda de nadie.

- Adiós, muchas gracias. - Hizo una reverencia y se marchó con la expresión seria de siempre, manteniendo la compostura.

Al cruzar el pasillo, por fin dejó escapar esa sonrisa que empezaba a ser incapaz de ocultar en sus labios, riendo por lo bajo, cuando vio pasar a uno de los alumnos, un chico pecoso y peliverde que le miraba como si estuviera loco, pero joder, le daba igual, estaba tan contento que se permitiría sonreír un poco más, al menos hasta llegar al gigante vacío de su casa, donde la soledad y el silencio le harían recordar todo lo que le dolía y le retorcía el corazón.

Al cruzar el pasillo, por fin dejó escapar esa sonrisa que empezaba a ser incapaz de ocultar en sus labios, riendo por lo bajo, cuando vio pasar a uno de los alumnos, un chico pecoso y peliverde que le miraba como si estuviera loco, pero joder, le...

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Izuku Midoriya caminaba por los pasillos de la escuela con la cabeza gacha, concentrado en sus propios pensamientos. Era un día cualquiera, de esos en los que pasaba desapercibido y era directamente ignorado incluso por sus compañeros de clase. Sin embargo, al doblar una esquina, un sonido habitual llamó su atención: una risa. No era una risa cualquiera, sino una carcajada solitaria que resonó en el pasillo vacío. Intrigado, Izuku levantó la vista y vio a un chico que no había visto antes. Caminaba, con las manos en los bolsillos, riendo solo como si recordara algo muy divertido.

𝓢easons ๋࣭ ⭑⚝. (bkdk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora