𝓢easons ๋࣭ ⭑⚝. (bkdk)

ִֶָ𓂃 ࣪˖ 𝟖. ࿐

Los exámenes pasaron.

Tanto Izuku como Katsuki se habían sumergido de lleno en sus estudios. Habían desarrollado una rutina casi sagrada: después de cada examen, se encontraban para revisar sus notas juntos. Izuku siempre era meticuloso, repasando cada detalle con nerviosismo, mientras Katsuki lo hacía con su característica confianza, aunque con una chispa de competitividad. Esta dinámica los había unido aún más, y con el tiempo, se volvió algo que esperaban con ansias.

Cuando llegó el momento de los exámenes de ingreso a la universidad, esa costumbre se mantuvo. Ambos aplicaron a la misma universidad, Izuku en medicina y Katsuki en cocina. Había una mezcla de emoción y ansiedad en el aire, pero ninguno lo mencionaba demasiado, solo continuaban apoyándose en silencio. Se habían prometido no abrir los sobres con los resultados hasta que estuvieran juntos, como siempre lo habían hecho.

Finalmente, el día llegó. Los sobres habían llegado a sus buzones, y tras una rápida conversación por teléfono, decidieron reunirse en la casa de Bakugo para abrirlos juntos. La tensión en el aire era palpable cuando se sentaron en la sala. Izuku, con las manos temblorosas, miraba el sobre sellado que contenía el destino de los próximos años de su vida. Katsuki, aunque menos nervioso, también sentía el peso del momento.

- ¿Listo? - preguntó Katsuki, intentando sonar casual, pero su voz traicionaba la emoción contenida.

Izuku asintió con un leve gesto, tragando saliva. Ambos tomaron sus sobres y los abrieron al mismo tiempo. Katsuki fue el primero en ver el contenido de su carta. En cuanto sus ojos recorrieron las palabras impresas, una sonrisa enorme se formó en su rostro. No pudo evitar soltar una carcajada, llena de alivio y euforia.

- Lo hice! - exclamó, riendo con energía- ¡Pasé, Deku!

Sin embargo, cuando miró hacia Izuku, su risa se detuvo. Izuku no estaba celebrando. En lugar de eso, tenía la carta en la mano, con una expresión completamente diferente. Su rostro estaba pálido, sus ojos abiertos con sorpresa y miedo. Estaba completamente inmóvil, como si no supiera cómo reaccionar.

Katsuki frunció el ceño, acercándose a él.

- Deku... ¿qué pasó? - preguntó, con una mezcla de preocupación y confusión.

Izuku seguía sin decir nada, su mente parecía estar en blanco, como si las palabras en la carta no tuvieran sentido para él. Lo único que pudo hacer fue levantar lentamente el papel para mostrárselo a Katsuki, quien, al leerlo, comprendió lo que estaba sucediendo.

Izuku no había pasado.

Izuku sintió cómo la presión aumentaba en su pecho mientras miraba la carta que le temblaba entre las manos. El "lamentablemente" escrito en tinta negra sobre el papel lo aplastaba más de lo que hubiera imaginado. La negación, la ira y la tristeza se mezclaban dentro de él, pero lo peor de todo era la sensación de fracaso, no solo para él mismo, sino en comparación con Katsuki. El hecho de que Katsuki hubiera pasado y él no lo hacía sentirse aún más miserable.

Cerró los ojos con fuerza, tragándose las lágrimas que amenazaban con salir. No quería llorar. No podía llorar.

El rubio, que aún estaba emocionado por su propio resultado, no pudo evitar hablar en un tono ligeramente despreocupado, sin realmente entender el dolor que Izuku estaba sintiendo en ese momento.

- Bien.. Tranquilo tonto, no pasa nada. Siempre puedes intentarlo otra vez, ¿no?

Esa frase, dicha sin mala intención, cayó sobre Izuku como un golpe. La manera en que lo dijo, como si su fracaso fuera algo trivial, algo que podría solucionar con facilidad, le hizo hervir por dentro. Se sintió incomprendido, como si su dolor no fuera lo suficientemente importante.