26. Primera sonrisa

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Aunque Pedrito era muy pequeño todavía para entender lo que era una película, Sonny y Rafael habían tomado la costumbre de poner los canales infantiles por la noche, para ver películas y series para niños mientras Sonny amamantaba, o después, mientras mecían al pequeño en su cuna. Creían que ese acercamiento temprano al entretenimiento infantil los pondría más en su papel, ayudándolos a meterse más en sus roles de padres y a ampliar sus horizontes. Es decir, tenían que ir acostumbrándose a lo que vivirían los siguientes años, o quizás simplemente estaban más sensibles. En cualquier caso era bastante relajante sentarse a ver una película de Disney o una serie animada después de cenar, mientras se relajaban con una taza de té o discutían los planes para el día siguiente.

-Hoy Pedrito tiene mucho hambre- comentó Sonny, que llevaba un buen rato en su mecedora dándole de comer.-Entre él y el sacaleches tengo los pechos muy estirados ya… ojalá pronto empiece a comer sólido. Me daría un buen descanso.

-Ya llegará el momento, Sonny, solo hay que tener paciencia. Dime, qué prefieres, ¿La Bella y la Bestia o Tinkerbell?- preguntó Rafael viendo las películas del catálogo, acariciándole la cabeza a su lindo y cansado esposo.

-Ya hemos visto La Bella y la Bestia, ¿recuerdas? La que es live action, de acuerdo, pero es la misma historia. ¿Por qué ahora no vemos Tinkerbell? Dicen que tiene una historia más elaborada que la original, esa de Peter Pan, así que podemos probar- opinó Dominick con placer culposo, pues jamás podría haber cedido a la curiosidad de no ser que ahora era madre: con un bebé en brazos podía tomarse ciertas licencias, pero como hombre macho italiano jamás podría haber admitido en público que le daba curiosidad la película Tinkerbell.

La pequeña y popular hada de Disney había sido un personaje emblemático de Peter Pan, película estrenada en 1953, pero había obtenido su propia franquicia en 2008; eran películas en animación 3D, con una estética hermosa y personajes entrañables, además de su historia bien llevada y con mensajes apropiados para los niños. Sonny ya se había cerrado la camisa y hecho eructar a Pedrito, de modo que volcó toda su atención a la cinta. Le gustó mucho, de hecho, al punto de interpelar a Rafael al respecto:

-Oye, Rafa. ¿Será cierto que cuando un bebé ríe por primera vez, un hada nace?

-Es solo una película, Dom- observó Rafael con cariño, tomando a su hijo en brazos para que Dominick pudiera estirarse a gusto, después de tanto rato sentado.-Aunque sería lindo que algo tan puro como la risa de un niño diera inicio a…

Pedrito, que no había dejado de sonreír al tener el estómago lleno, volteó a mirar la pantalla, su atención captada por los colores de las flores que salían en ese momento en una escena. Y entonces rió, no un gorgoteo o una sonrisa, sino que rió con mucha claridad y sonoridad. Sus padres quedaron mudos de asombro al verlo reír con aquella carcajada inocente, porque era la primera vez y justo había sucedido mientras hablaban del tema. No se dijeron nada pero quedaron orgullosos de su niño, y agradecieron la señal de la película, si es que había sido una señal de alguna clase. Quizás de la buena fortuna.

-Miraremos las secuelas de Tinkerbell esta semana- sugirió Rafael, contando con la total aprobación de Sonny. Aunque no naciera un hada por eso, debían respetar las señales que les enviaba el universo.

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