Mientras el carro conducía hacia un lugar desconocido, yo miraba alrededor intentando reconocer, aunque sea una mínima parte del lugar.
—Noketsu miraba por la ventana—
Oye…
—Sanzu no le prestaba atención—
Oye, pinche drogo, ¡ponme atención!
¿Ahora qué quieres?
—Dijo sanzu—
—Noketsu miró hacia Sanzu—
Bájame el tono… y dime qué fue lo que le pasó a Manjiro.
—Sanzu se rió y respondió—
Como quiera, su majestad… a Manjiro le dispararon y lo hirieron en una misión con Bonten.
—Noketsu lo miró con un poco de duda—
¿Y por qué me elegiste a mí en vez de otra médico?
—Sanzu la miró y respondió con un poco de sinceridad y sarcasmo—
Porque no sabía qué hacer… y en lo primero que pensé fue en ti.
"Pensar en mí... ¿Y ese milagro?
—dijo Noketsu incrédula—.
Pensando en ti... ¿Cómo estarás? ¿Si estarías muerta o no?... Te extrañaba.
—Noketsu lo miró y le dijo sarcásticamente—
¿Qué te fumaste? Esa droga te hizo mucho efecto, jajaja.
—El carro paró en una mansión lujosa y con mucha seguridad—.
¿Llegamos? No creo que esto sea de ustedes.
—Noketsu lo miró y levantó levemente una ceja—.
No, pendeja, fíjate que nos faltan dos calles, obviamente llegamos, pinche estúpida
—Sanzu le decía para molestarla, ya que le gustaba verla molesta—.
Jódete, drogo...
—Noketsu entró con Sanzu—.
Cuando entré, estaba Manjiro... tirado en un sofá lujoso y lleno de su sangre.
¿Manjiro?! ¿Eres tú?! .
—Noketsu dijo claramente preocupada al verlo así—
. Noketsu... Florecita...
—Manjiro decía claramente sin fuerzas al reconocer a su "florecita"—.
Manjiro... ¿Qué te pasó?
—Noketsu fue hacia Manjiro y sacó sus elementos de medicina—.
No te preocupes... no dolerá tanto, solo no te fuerces ni hables..
—Noketsu empezó a curarlo poco a poco mientras Manjiro cerraba los ojos—."
