Capítulo 4

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El mensaje

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Durante loa siguientes días, Edgardo esperó ansioso la llegada del mensaje de Alice, se sentía completamente nervioso no porque le gustará, sino porque sentía temor de que no le hablará.

Realmente necesitaba ese auto y de todas las posibles formas que vio para conseguirlo, conquistar a Alice era la más sencilla de todas.

- Pareces un adolescente enamorado viendo a cada segundo tu teléfono. - Se mofó Gina. Ella había llegado a su casa hacía una hora con el pretexto de que debía darle una noticia, sin embargo desde que llego, Edgardo no había parado de hablar de la jovencita a la cual trataba de conquistar.

- Mierda, lo se. - Edgardo dejó nuevamente su teléfono en la mesa que se encontraba cerca del sillón. Nuevamente miró a su amiga. - Es solo que, me carcome la ansiedad de saber que quizás no llame ni escriba.

- Tienes que darle tiempo. - Lo alentó Gina. - Si sus padres te dijeron que jamás a salido con nadie, es posible que quiera escribirte pero no tenga ni idea de como hacerlo.

- No sabes lo importante que es ese auto para mi Gin. - Edgardo observó a su mejor amiga. Esta tenía un aire diferente a pesar de que físicamente se encontraba igual, se veía más hermosa y llena de vida. - Sabes lo mucho que significa esta casa para mi, aceptaría perderle todo, menos la casa de mi madre.

- Lo se, pero debes ser paciente. - Gina acarició el hombro de Edgardo reconfortandoló. - Ella escribirá, ya verás, confía en mi. - Edgardo sonrió y Gina le correspondió.

- ¿Que era lo que venias a contarme?. - Recordó Edgardo. - Jóder, llevas más de una hora en mi casa y solo hemos hablado de mi y de esa pequeña. - Bromeó.

Gina apartó su mano del hombro de Edgardo, la sonrisa de antes se mantenía aún en sus labios. Gina hurgó en su bolsa de mano hasta sacar una pequeña cajita la cual abrió enfrente de Edgardo, mismo que mantenía su mirada confusa sobre cada movimiento que hacía su amiga. El asombró inundó las facciones de Edgardo al ver como su amiga sacaba una prueba de embarazo y la extendía hasta él.

Edgardo dio una mirada cautelosa a su amiga, para luego recibir la prueba.

"Embarazada +3 semanas"

- ¿Embarazada?. - Preguntó Edgardo mirando a su amiga, completamente incrédulo de lo que estaba viendo. Gina asintió con sus ojos llenos de lágrimas. - ¡Sere tío!. - Dijo feliz. - Carajo, ¿Julian lo sabe?. - La emoción en su voz era más que evidente, ahora todo tenía sentido, el porque su amiga lucia diferente a pesar de estar exactamente igual que siempre.

Gina negó, ahora la felicidad con la que había dado la noticia comenzaba a desaparecer gradualmente para ser reemplazada por angustia y tristeza.

- No. - Susurró. Edgardo al notar el evidente cambio de humor de su amiga no dudo en acercarse a ella y abrazarla. - Él siempre me dejo claro que no quería hijos Ed. - Gina se separó de él y lo miró. Completamente triste y temerosa por lo que podría pasar con ella y su bebé luego de que Julian lo supiera. - Siento que así lo sepa, él no va a querer esta vida que viene en camino. - Dijo ella acariciando suavemente su estómago aún plano.

Edgardo deseaba reconfortarla, decirle que no sería así, pero conocía a Julian, sabía lo terco que podría llegar a ser y más cuando se trataba de cosas como estas.

- Pues si él idiota de Julian no quiere saber de el - Edgardo acarició el cabello de Gina. - Amor del tío favorito no le va a faltar. - Gina sonrió ante su comentario. - Puedes venir a vivir conmigo y te acompañaré en todo este proceso.

Ángeles Como Tú | LyannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora