La caja de los símbolos extraños

3 2 0
                                    

En la víspera de Navidad, una caja cubierta de símbolos extraños hizo su presencia en mi habitación. Su mera existencia parecía perturbar la paz que la temporada debería traer.

Los días pasaron, pero la caja permaneció con una sombra inquietante en un rincón. Finalmente, me decidí a abrir aquella caja extraña que había aparecido en mi habitación, anhelando descifrar su misterio. Al liberar su tapa, un frío glacial salió hacia afuera, llenando la habitación con una presencia maligna.

En lo profundo de aquel recipiente se veían muñecos antiguos, retorcidos en posiciones macabras, propias de un contorsionista. Mis latidos se sincronizaron con sus ojos vacíos que parecían seguirme con cada movimiento.

La luz de la Navidad se desvaneció mientras los juguetes cobraban vida propia, emitiendo risas siniestras. Una melodía terrorífica llenó el aire, eclipsando el espíritu festivo con una oscuridad muy profunda.

Intenté cerrar la caja, pero la tapa se resistió, encerrándome en una espiral de horror. Los muñecos se arrastraron hacia mí, susurros de una antigua maldición llenaron mis oídos, convirtiendo la alegría navideña en pánico aterrador.

Con esfuerzo y desesperación, logré sellar la caja de nuevo, pero su presencia continuó, como una mancha en mi alma. La Navidad nunca volvió a ser igual; una sombra persistente se aferró a mis recuerdos, recordándome que algunas cajas deben permanecer cerradas para siempre.

Relatos CortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora