My sweet wife [Nico Di Angelo]

Capitulo 6.

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Halloween.
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Parte 1

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Nico di Angelo Pov.

31 de octubre.

Un año antes.

Apoyo mis antebrazos en la isla de la cocina, cabizbajo con los ojos fijos en mí baso rojo de plástico, que estaba lleno de alguna sustancia alcohólica que Leo preparo con refresco y una cantidad de tequila exagerada que podría desmayar a un elefante.

Aún me siento algo aturdido por la ruptura y el cambio de aires. Siento que di todo lo que tenía y ahora estoy completamente vacío, pero no tenía arrepentimientos por qué me esforcé en reparar nuestra rota relación.

Cuando terminamos regrese a casa. No había motivos para quedarme allí, pues después de todo había decidido estudiar en otro continente por él.

No llegue precisamente a New York, si no dónde estuvieran mis amigos, no quería estar solo en un departamento en Manhattan así que cuando Jason me dijo que estarían en los Ángeles California, pedí un boleto de avión hacia la ciudad de las estrellas.

Halloween es un gran asunto aquí. Así que no me sorprendió que prepararán una gran fiesta para celebrar el día.

Y aunque no estaba de humor para socializar, pero acepte quedarme por qué no quería estar solo. Decidí que la cocina sería mi refugio por hoy.

— ¿Todo bien?— Preguntó Jason preocupado, dándome unas palmadas en el hombro.— ¿Quieres algo?

Mire al rubio con una media sonrisa. Por primera vez desde que me mudé a los 17 años para ir a la universidad en Europa me sentí realmente cómodo.

Mi red de apoyo estaba aquí. En Estados unidos. Y aunque estuviera triste, su preocupación sincera por mí me resulta refrescante y cálida.

— Solo estoy pensando.—Murmuro para tranquilizarlo y él me miró con lástima.— Estoy bien Superman.

Jason se veía gracioso con calzones rojos fuera de la ropa, pero el disfraz le quedaba como anillo al dedo.

— ¡Vamos! ¡Deja de lamentarte y entra en ambiente!— Leo entra en la cocina llena de energía y coloca una diadema con pequeños cuernos rojos sobre mi cabello azabache.— Es muy tarde para conseguirte un disfraz más elaborado, así que serás el diablo.— Se disculpó y me entrego un pequeño tridente rojo.— Que es básicamente lo mismo…

Él iba disfrazado de astronauta, pero por alguna razón no tenía camisa.

No me queje, ni me quite la diadema por qué no tenía sentido hacerlo. De esa forma mis amigos no pasarían la noche preocupados por mí. Así que sería el diablo, como siempre.