No estoy seguro de cuál es la mejor forma de actuar.
Me encuentro en la misma situación.
Me temo que no conozco la respuesta a esa pregunta.
No disponen de la información pertinente....
El Caníbal estaba descansando.
Su descanso era irregular, pero de hecho descansaba, pues había elegido un banco de arena para recuperarse de sus heridas. Se había retirado a la parte sur de Rocadragón para roer viejos huesos de ballena y lamerse las heridas -junto con un ego dañado- a fin de recuperarse esta noche y prepararse para su próximo gran combate; para ese enfrentamiento final que tan furiosamente ansiaba.
El Dorado le había cogido desprevenido.
No se trataba simplemente de cazar, sino que también implicaba cierto grado de riesgo. Se había defendido, le había rechazado e incluso le había causado daño. No está dentro de las capacidades de una simple presa emprender tales acciones. De hecho, ya no recordaba ningún caso en que esto hubiera ocurrido. Ningún dragón lo había hecho, y él no era un dragón. Tampoco era una presa. Se había convertido en un rival. Un adversario al que había que enfrentarse y respetar, pero también con el que había que tener cuidado. Volverían a enfrentarse, y cuando lo hicieran, ¡el mundo viviría una experiencia salvaje! Sólo entonces tendría su deseada comida, sólo entonces encontraría por fin un festín que le satisficiera de una vez por todas.
Un objeto hizo contacto con su espalda, precisamente entre sus hombros.
Se dirigió a él una voz inquietante pero familiar.
"¡Hiiiii~!"La noche quedó en silencio. Entonces,
Caníbal reaccionó con un entusiasmo desenfrenado.
Estaba completamente desquiciado, un estado en el que no había estado desde hacía siglos. Emitió una serie de vocalizaciones agudas, acompañadas de un despliegue de comportamiento agresivo, mientras intentaba desalojar al humano de su espalda. A pesar de sus esfuerzos, el humano se aferró tenazmente a su espalda, lo que provocó un siseo profundo y gutural de sus antiguas mandíbulas. Entonces procedió a batir las alas en un intento de desalojar al humano, pero no lo consiguió.
"Por favor, cálmate. Sólo quiero discutir el asunto que nos ocupa".
No habría lugar para la discusión. La situación se resolvería con fuego y sangre, ceniza y muerte.
"Por favor, cesa esa acción", oyó unas manos fuertes que agarraban las espinas afiladas de sus hombros y oyó su propia voz expresando conmoción y consternación. "¡No continúes! Es un comportamiento inaceptable".
En efecto, se atrevió.
La voz del hombre se alzó alarmada cuando el Cannbal se encabritó en el aire y ascendió rápidamente, llevándolo aún a cuestas. Cada batir de sus alas generaba una poderosa corriente de aire, más lenta que la de un dragón más pequeño, pero que le permitía atravesar distancias que serían imposibles para un dragón ordinario.
En cuestión de instantes, Dragonstone quedó muy atrás.
Sin embargo, el individuo en cuestión permaneció unido a la aeronave.
Caníbal siguió volando.
El dragón siguió volando cada vez más lejos, girando en el aire en un intento de librarse de sus pasajeros. Llegó a tierra firme, pasando por campos y una gran ciudad que parecía estar activa incluso de noche. El dragón se elevó sobre la ciudad, cada vez más alto, creando un fuerte viento de sus alas que afectaba a los que estaban abajo.
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Naruto - Zorrofuego
RandomSólo su propia caída podía acabar con la Casa del Dragón. Como dice el dicho. Pues sólo un dragón puede aspirar a destruir a otro dragón. Pero, ¿y un zorro? ¿Qué podría hacer un zorro? La respuesta no está clara. Cuando un niño rubio llega a las pla...