Comprendo que no suscribas el concepto de profecía. Sin embargo, te aconsejo que prestes mucha atención a lo que voy a decirte, pues es de la máxima importancia.
Las Torres Gemelas se derrumbarán.
La serpiente escurridiza será sometida y abatida.
Los malévolos Maestres quedarán sordomudos.
Uno a uno, la Casa del Dragón los perseguirá con Fuego y Sangre. Sin embargo, tú y quienes te sucedan seréis PEORES. Todo Poniente, Essos e incluso las tierras del más allá temerán a tu descendencia. Los que tengas con la chica Hightower serán especialmente notables. Cada uno estará a la altura de tu homónimo, aunque vivirás para lamentarlo. Te compadezco por ello.
Te aconsejo que prestes atención a lo que te digo, Naruto Uzumaki. Tienes la capacidad de ver, oír y comprender, pero estás eligiendo no hacerlo. Por lo tanto, eres incapaz de cambiar tus circunstancias.
"¿Quién es el responsable de esta decisión?"
"Sería prudente reconsiderar su enfoque actual, señor Uzumaki".
Alys y Naruto.
Riesgos y desafíos
A medida que avanzaba la mañana, surgió una agradable sensación de fatiga.
Rhaenyra fue la primera en despertarse bajo la luz del sol matutino. Consideró las ventajas de permanecer más tiempo en la cama, sobre todo teniendo en cuenta la naturaleza vívida de sus sueños. Al principio creyó que había sido un mero sueño, aunque agradable, pero lo descartó como un fenómeno fugaz, que se disipaba con la bruma matutina.
Al darse la vuelta, la saludó un suave suspiro.
Su fe se vio recompensada cuando un ojo violeta se abrió.
No era un sueño. Se encontró acurrucada entre ambos, con Naruto a su derecha y Alicent a su izquierda, sus cuerpos bajo las mantas mientras dormían profundamente.
Ambos parecían estar en un apacible estado de reposo. Sin embargo, era consciente de quién la acurrucaba. Pobre Alicent. Le dedicó un gesto de amabilidad besándole la frente y se retiró antes de que pudiera despertarse. Su querida amiga probablemente se avergonzaría cuando por fin se levantara de su letargo. Sin embargo, ella nunca había sido madrugadora.
Se permitió un momento para apreciar la situación. Se trataba de un logro importante y estaba satisfecha con el resultado. Era un día positivo.
.
...
Sin embargo, tenía hambre y no podía quedarse quieta.
La princesa salió de entre sus dos seres queridos y se incorporó. Se puso una sencilla camisa blanca por pudor y se dirigió a una mesa cercana. Una sirvienta -sin duda de confianza, enviada por su madre- había dejado una bandeja con pasteles de limón para los tres. Consumió uno ahora, dedicando un momento a observar a las dos personas que apreciaba más que a nada en el mundo.
Sus expectativas se cumplieron.
Alicent buscó calor durante su ausencia y enseguida lo encontró en el pecho de Naruto. Entonces se arrimó a él, como haría una esposa con su marido. Naruto murmuró algo en sueños y le rodeó los hombros con un brazo. Ella respondió con un ruido de satisfacción y se acomodó en él, a sus anchas. La pequeña sonrisa soñolienta de su rostro era quizá lo más puro que Rhaenyra había visto jamás.
Otto Hightower se angustiaría mucho si viera a su hija en aquel estado.
Incluso podría quedar incapacitado por la conmoción.
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Naruto - Zorrofuego
RandomSólo su propia caída podía acabar con la Casa del Dragón. Como dice el dicho. Pues sólo un dragón puede aspirar a destruir a otro dragón. Pero, ¿y un zorro? ¿Qué podría hacer un zorro? La respuesta no está clara. Cuando un niño rubio llega a las pla...