El chico no dejó de notar cambios en él. Oía más de lo que hacía antes, su piel se puso un poco más pálida, su cuarto estaba realmente oscuro pero podía ver perfectamente, se notó los colmillos un poco más largos, etc. Estaba cansado, aburrido...
Se recostaba en la cama, se levantaba, daba vueltas de un lado a otro, ojeaba los libros de las estanterías, se tumbaba en el suelo a ver el techo por horas...
Al cabo de cuatro horas consiguió caer dormido.Alguien volvió a entrar al cuarto. Un gesto le hizo levantarse rápido, como si estuviera alerta. Por la cortina que tapaba la cama volvió a aparecer Claire de nuevo. Anthony se calmó un poco.
Esta se acercó a él con una agradable sonrisa y se sentó a su lado.-Buenas noches señorito Anthony. ¿Ha descansado bien? -
Preguntó agradablemente.
Anthony asintió .
Esta le lanzó una sonrisa.-¿Querría ir a la biblioteca? Su amigo, el señorito Linus suele estar toda la noche allí.-
Mencionó la criada apoyando su brazo en la espalda de Anthony.
-Si...-
Afirmó el chico. Aún no podía entender cómo sabía que Linus era su amigo ¿Cómo sabía todas esas cosas?
La chica le dejó dobladas unas cuantas prendas en la mesita de noche, era ropa muy elegante, o eso creía el joven.Unos minutos más tarde, salió de su cuarto. Parecía perdido, no sabía por dónde ir hasta llegar a la biblioteca.
La joven criada al darse cuenta de ésto le comentó la dirección para llegar al lugar. Los pasillos de aquella casa podían ser bastante liosos, cualquiera podía perderse en ellos, sus cuadros, decoraciones, lamparas... Todo idéntico.
A Anthony le seguían pareciendo extraños los cuadros de otros niños y adolescentes tachados con pintura roja. ¿Quienes eran ellos? ¿Por qué estaban sus retratos tachados? ¿Que les ocurriría? Tenía muchas preguntas...Al cabo de unos minutos llegó a una enorme puerta con detalles muy bonitos tapiados en ella. La abrió de tal forma que un chirrido desagradable retumbó en toda la enorme sala, claro que al cerrarla este se repitió de nuevo.
-¿Anthony?-
Preguntó una aguda voz desde el fondo de la sala.
El chico estaba maravillado, había incontables libros situados en incontables estantes llenos de estos.
El techo sostenía una enorme lámpara llena de pequeños cristales haciendo hermosos reflejos en las paredes.
Volteó la mirada hacía el final del pasillo mientras merodeaba por los anchos pasillos observando maravillado.-¿Anthony? ¿Eres tú?-
Volvió a escuchar. Está vez sí contestó.
-Si, soy yo.-
Rió mientras se dirigía hacia el final del pasillo. La voz venía de detrás de unos estantes, haciendo esquina en el camino de Anthony. El chico ansioso dió la vuelta esperando encontrarse a su amigo, lo que no esperaba era encontrarse a la mayoría de sus hermanos junto a él. Todos estaban en esa pequeña sala. Algunos estaban sentados en una mesa pequeña leyendo agradablemente, otros hablando sobre temas interesantes...
Linus corrió hacía Anthony con una tímida sonrisa en el rostro.-¿Cómo te encuentras? ¿Cómo fue lo de anoche? ¿Estás bien? ¿Te gusta la biblioteca?-
"Tan preocupado por los demás como el día que nos conocimos...", pensó el chico mientras le observaba tranquilo.
-Si, estoy bien, gracias. La biblioteca es un lugar precioso.-
Comentó fascinado. Linus le invitó a sentarse junto a él en la pequeña mesa.
Anthony le comentó un poco sobre lo que había estado experimentando a lo largo de la noche, le comentó sobre su piel pálida, su daño por la luz, sus colmillos. Este le calmó comentado que era algo completamente normal.
El chico parecía nervioso, no todo el mundo se acostumbraba a cambiar de ser de un día para otro. Estuvieron conversando un buen rato.
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The Dead Swans Lake
VampireEn una fría noche en el Londres del 1893, el silencio y la penumbra dominan las calles a excepción de una enorme casa, de la que salen luces calidas y el sonido del bullicio como de si una fiesta se tratara. Anthony, un joven de 17 años, ha entrado...