"corre Anthony, ¡Corre!" Se repetía en su cabeza sin descanso mientras llegaba a la calle principal y cruzaba hacia la calle de la casa.
Al fin, ya había llegado a la esquina por la que se había asomado minutos antes. El ruido del bullicio era mucho aún, con lo cual había gente, bastante gente...
Intentó visualizar un plan de entrada, por donde entraría y por donde saldría, si cogería muchas cosas o mucha comida, o tal vez la suficiente... Vio que la casa estaba rodeada de un pequeño muro de piedra del que sobresalían enormes arbustos. Pensó que tal vez detrás de estos habría un jardín y por el tamaño de la casa, dedugo que sería grande.
Corrió hasta los arbustos y se metió como pudo entre ellos. Al menos desde el jardín podría visualizar mejor como meterse desde ahí hasta la misma casa más fácilmente.
Calló en la suave y verde hierba que cubría todo el jardín. Cerca de los arbustos se encontraba una pequeña charca con nenúfares rodeado por rosales con rosas realmente rojas y frondosas. Se levantó, se sacudió y se dispuso a estar en la casa, pensó en entrar desde la ventana mas cercana y desde ahí tal vez subir cuidadosamente las escaleras, no estaba muy convencido, tal vez sí que estaba lleno de gente, tal vez sí que lo descubrían... "¡No!, hay que ser positivos..." Se dijo a si mismo. Se acercó a la ventana, sabía perfectamente como abrirlas desde fuera sin romperla, solo forcejeandola. Pero al acercarse pudo ver que estaba abierta.Eso fue extraño... Estaba abierta por una rejilla... Tal vez la dejaron así para que corriera el aíre... Se metió cuidadosamente hasta caer en una salita. Parecía este tipo de salas de té de las que el señor Brown les hablaba a su hermano y a él.
Pido notar que al final del cuartito había una puerta entornada dejando entrar un flechazo de luz junto a una música bastante elegante... Decidió ir lentamente y asomarse por el hueco. Lo que vió fue asombroso.Un montón de personas con trajes y vestidos preciosos bailando al ritmo de la música, era maravilloso, llevaban unas máscaras entrañas que tapaban la mitad de la parte alta de sus rostros, pero estaba decorada con colores blancos, dorados, etc... El rostro de Anthony se iluminó, jamás había visto algo tan bonito, las luces, las personas, la música, le hizo desear vivir así... Sería magnífico...
"Es... Precioso..." Pensó al instante.
Recordó a lo que venía, tenía que robar lo que pudiera sin que le descubrieran, pero ¿Cómo? ... Pudo ver que desde la sala en la que todos bailaban había un pequeño hueco debajo de la escalera que había en medio de la sala. Tal vez sí pasaba por debajo llegaría hasta el comedor, es probable que hubiera comida allí dentro. Como Anthony planeó, se dirigió rápidamente hacia el comedor y...
–un momento...–
–¿Que es esto?
Eso es... Vino? "..." No... No lo es... ¿Pero qué-?
Toda la sala estaba llena de copas llenas de un tanto extraño como espeso fluido color granate...
Anthony sabía perfectamente que sabía el vino ya que solía robar botellas para venderlas y antes de hacerlo les daba un sorbito para probarlas, por curiosidad.
Así que decidió probar dicho líquido pero justo al rozar sus labios lo escupió todo.–"¡Puaj!" ¿Q-que es esto? !Está asqueroso! Sabe como a... No...
No puede ser... Es... ¿Sangre?–
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The Dead Swans Lake
VampirEn una fría noche en el Londres del 1893, el silencio y la penumbra dominan las calles a excepción de una enorme casa, de la que salen luces calidas y el sonido del bullicio como de si una fiesta se tratara. Anthony, un joven de 17 años, ha entrado...