~cap.12 "no hay reflejo"~

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La oscuridad se va desvaneciendo hasta ver el techo acomodado de una cama.
Anthony había despertado. Se incorporó un poco hasta quedar recostado en la cama. Estaba desorientado, no recordaba apenas nada de lo que ocurrió la ultima vez antes de desmayarse. Estaba pálido pero con rosados coloretes. Tenía ojeras, como si no hubiera dormido nada, también pudo notar un fuerte pinchazo en la zona inferior derecha de su cuello. Notó que tenía una venda puesta. Se miró las manos, las tenía muy frías, no le temblaban está vez.
La cama en la que se situaba estaba rodeada por cortinas oscuras que lo cubrían todo.
Intentó levantarse lentamente, al levantarse perdió un poco de equilibrio, pero pudo ponerse en pie. Estaba exhausto. Se acercó a al ventanal, tapada por otra enorme cortina. La agarró suavemente y la abrió un poco para ver el amanecer cuando un rayo se sol le quemó el brazo. El chico asustado soltó la cortina bruscamente y se tocó con dolor el brazo. Al soltarlo pudo ver una quemadura, bastante grande. Se alarmó un poco.
Se levantó del poyete del ventanal y se dirigió a la cama de nuevo. Algo le llamó la atención. En la mesita de noche había un espejo con una nota.
Esté rápidamente cogió ambos objetos y empezó a leer la nota. Está decía:

"No hay reflejo"

¿Que significaría eso? Anthony extrañado cogió del mango el espejo e intentó verse. Pero no veía nada. Veía la parte de la cama detrás de él pero... No se veía a si mismo, perplejo entrecerró un poco los ojos. Pudo ver su silueta apenas visible. Eso no era normal. Nervioso y sin saber que hacer dejó el espejo y la nota en su sitio nuevamente. Después se volvió a acostar en la cama.

"Será una pesadilla, esto no puede estar pasando"

Se decía a si mismo en sus pensamientos. Cuando notó que alguien entraba a la habitación. Asustado se hizo el dormido. Solo quería despertar de aquel mal sueño.
Por las cortinas no podía saber quién era, así que decidió entrecerrar los ojos un poco, para poder diferenciar quien había entrado.

Jack se asomó por la cortina. La apartó suavemente con la mano derecha dejando un hueco libre. Su cara era neutra, pero... Tenía algo, su mirada era profunda está vez. Miraba fijamente al chico acostado en la cama. Se sentó lentamente a su lado. Y apoyó su mano en el pecho del Anthony. Cerró los ojos mientras respiraba profundamente. Quería notar sus pulsaciones, como se rápido iba su corazón. Cada minuto que pasaba, notaba como el corazón aceleraba. Cosa que hizo que abriera los ojos nuevamente. Tranquilo volvió a levantarse. De nuevo, observándole inmóvil.

–Se que estás despierto Anthony.–

Susurró con la misma voz fría y neutra de siempre.
Anthony no se atrevía a abrir los ojos.

–"..."–

–Está bien...–

Se acercó más a él, cogió el espejo y se marchó.

En el momento en que salió por la puerta el chico saltó de la cama sobresaltado.

–"¿Q-que ha sido eso?..."–

Pensó inquieto. Su corazón iba realmente rápido. La verdad, le asustaba bastante Jack, tan serio, parecía no tener sentimientos.
Se levantó de nuevo. Fue hacia la puerta y se asomó. Le costó un poco abrirla, era bastante grande y sus débiles brazos apenas podían abrirla. No sabía que hacer. Salió por el pasillo en busca de la habitación de Linus, tal vez él podría contarle lo que pasó anoche.
Unos minutos más tarde, delante de su puerta se encontraba su cuadro, dando a entender que era su cuarto.
Llamó suavemente a la puerta. No hubo respuesta. Eso le hizo volver a su cuarto un poco decepcionado.

Al llegar se llevó otro susto. Una mujer estaba en la parte de la cama, doblándola y colocando bien las mantas y almohadas.
Al terminar se giró hacía mí. Con una sonrisa se agachó en forma de saludo educadamente.

–Disculpe señor, entré a recoger el cuarto, no era consciente de que un invitado se hospedaba aquí. Disculpe mis modales. Espero no haber sido una molestia. ¿Necesita que le vea la herida del cuello, señor?.

La chica era realmente educada, su largo pelo negro caía por sus hombros, era delgada con caderas marcadas, piernas finas, ojos risueños, un pechon de pelo tapándole el ojo derecho suavemente, de aspecto atractivo, la piel blanca, voz suave, etc.
Llevaba puesto un traje de criada blanco y negro bastante elegante. De falda corta y telas suaves.
Anthony se ruborizó un poco.

–N-no hay problema seño-señorita, es u-usted muy amable...–

Murmuró tímidamente mientras desviaba la mirada de un lado a otro.
La chica soltó una risita.

–Se ha levantado muy tarde en la mañana, ahora todos duermen, señor.–

Mencionó con un tono agudo.

–¿A que se refiere?–

Preguntó Anthony extrañado.

–La luz nos hace daño, es por eso que dormimos por el día y despertamos por la noche, claro que... Para una criada como yo, dormir suele ser cuando tengo pequeños descansos...–

Mencionó un poco desanimada.

Anthony se quedó pensativo.

–En fin, un placer conocerle señorito Anthony. Soy Claire, aunque no creo que mi nombre importe mucho...–

Murmuró con una sonrisa.

–No recuerdo haberle dicho mi nombre... Claire.–

Comentó confundido.

–No creo que eso importe señorito Anthony–

Mencionó saliendo por la puerta con una curiosa sonriyen el rostro.
Anthony estaba inmóvil de nuevo, se sonrojó un poco. ¿Cómo sabía su nombre?

The Dead Swans LakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora