La Navidad había llegado, y con ella una fiesta que Jungkook había organizado en su casa. Había invitado a varios amigos cercanos, entre ellos a Yongi y Jackson Wang. La casa estaba decorada con luces y adornos festivos, y el ambiente estaba lleno de risas y alegría. Sin embargo, para Jungkook, esa alegría se sentía distante y fuera de su alcance.Durante la fiesta, J-Hope y Jackson Wang se conocieron. Desde el primer momento en que se vieron, una chispa de interés mutuo surgió entre ellos. Se sonrieron, compartiendo miradas que decían más de lo que las palabras podrían expresar. Jungkook observó esta interacción desde lejos, sintiendo una mezcla de felicidad por su amigo y tristeza por su propia situación.Buscando consuelo, Jungkook se acercó a Taehyung, quien estaba apartado de la multitud. Sin decir nada, simplemente lo abrazó, aferrándose a la calidez de su Alfa. Sin embargo, la respuesta de Taehyung fue un puñal en el corazón de Jungkook. Taehyung sintió la mirada fría de su padre sobre él y, con voz dura, le dijo:-Omega inútil, suéltame.Empujó a Jungkook con desprecio, y al ver cómo las pequeñas lágrimas comenzaban a brotar de los ojos de Jungkook, algo en él se rompió por un instante. Jungkook, destrozado, apenas pudo susurrar:-Tete, ¿por qué me haces esto, Alfa?Taehyung intentó dar un paso hacia Jungkook, pero se detuvo al recordar la mirada severa de su padre. En lugar de consolarlo, se alejó y se dirigió hacia sus padres. Su padre, un Alfa dominante, se inclinó hacia él y le susurró al oído con aprobación:-Bien hecho, hijo. Eres un orgullo para la familia. Serás un buen líder.Las palabras de su padre reforzaron la barrera en el corazón de Taehyung, y cualquier impulso de regresar con Jungkook se desvaneció.Mientras tanto, Jungkook, con el corazón roto, se alejó de la fiesta y buscó un lugar apartado donde pudiera estar solo. Se dejó caer en el suelo, apoyado contra la pared, y dejó que las lágrimas fluyeran libremente. El dolor y la frustración lo abrumaban. Quería golpear a ese tonto Alfa que era Taehyung, pero al mismo tiempo, no podía dejar de amarlo.En ese momento, el mundo de Jungkook parecía haberse derrumbado, y lo único que deseaba era escapar de ese dolor que lo consumía.