capítulo 24

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Los días pasaban lentamente, llenos de una agonía silenciosa que parecía no tener fin. Taehyung caminaba por los pasillos de su casa como una sombra de lo que una vez fue. Su lobo estaba deshecho, atormentado por la ausencia de su omega, clamando por el único ser que podía calmar su dolor.Cada noche, cuando el silencio caía sobre la casa, Taehyung sentía a su lobo aullar en su mente, llamando desesperadamente a Jungkook. El celo había llegado, una necesidad ardiente que sólo podía ser satisfecha por su omega. Sin embargo, por más que intentara encontrar alivio con otros omegas, su lobo rechazaba a cada uno de ellos, incapaz de aceptar a nadie más que a Jungkook.Lobo de Taehyung:
—¡Quiero a mi omega! ¡Nadie más puede reemplazarlo! ¿Por qué lo dejaste ir? ¿Por qué le hiciste daño? ¡Lo quiero de vuelta!Taehyung se agarraba la cabeza con ambas manos, su cuerpo temblando mientras su lobo  lo atormentaba sin descanso. Sabía que había cometido un error irreversible, y el dolor de su lobo sólo hacía que su propia culpa y desesperación se hicieran más profundas.Taehyung (susurrando):
—Lo siento... Jungkook... lo siento tanto...Mientras tanto, Jungkook se encontraba sumido en una tristeza que parecía no tener fin. Cada día era una lucha constante para él, un recordatorio de todo lo que había perdido: el amor de su alfa, su bebé, y el cariño de su familia, especialmente de su padre, Cha Eunwoo. Se sentía abandonado y solo, un vacío inmenso llenando su corazón.Una tarde, mientras estaba sentado en su habitación, abrazando una almohada que aún olía a Taehyung, Jungkook no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a caer. La desesperación que sentía era sofocante.Jungkook (entre sollozos):
—¿Por qué, Taehyung? ¿Por qué no fui suficiente para ti? Te amé con todo mi ser... te acepté como mi alfa... ¿Por qué no me quisiste?El dolor en su pecho era tan intenso que le costaba respirar. Cerró los ojos, recordando todos los momentos felices que había compartido con Taehyung, momentos que ahora parecían tan lejanos, tan inalcanzables.Lobo de Jungkook:
—Debemos alejarnos de él... debemos olvidar... pero no puedo... no puedo olvidarlo... lo necesito...Mientras tanto, Cha Eunwoo observaba a su hijo desde la puerta entreabierta, su propio corazón quebrado al ver a Jungkook en ese estado. Sabía que las palabras no podían reparar el daño que se había hecho, pero deseaba poder encontrar la forma de ayudar a su hijo, de hacer que el dolor disminuyera.Finalmente, decidió entrar en la habitación y sentarse junto a Jungkook, colocando una mano suave sobre su hombro. Jungkook levantó la vista, sorprendido al ver a su padre allí.Cha Eunwoo:
—Hijo... sé que estás sufriendo, y daría cualquier cosa por poder quitarte este dolor. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, siempre. No importa lo que pase, eres mi hijo y te amo más que a nada en este mundo.Jungkook rompió en un llanto aún más fuerte, sintiendo por primera vez en días que alguien estaba allí para él, que no estaba completamente solo.Jungkook:
—Papá... lo perdí todo... lo perdí todo...Cha Eunwoo (abrazándolo):
—No, hijo... no has perdido todo. Aún tienes a tu familia, aún me tienes a mí. Y aunque ahora todo parece oscuro, te prometo que las cosas mejorarán. No estás solo, y nunca lo estarás.Los dos se quedaron así, en silencio, mientras el dolor compartido llenaba la habitación. Era un pequeño consuelo en medio de tanto sufrimiento, pero en ese momento, era todo lo que Jungkook necesitaba.

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