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Shinobu era una mujer tranquila y calmada, Aoi era una joven algo seria peo también era amable.
Ambas se llevaban bastante bien, tan bien que compartían una relación con Kanao.
Aunque había un pequeño...
Pequeño detalle es que...
Ambas eran MUY celosas.
Odiaban cuando veían a alguien demasiado cerca de SU Kanao, Kanao era tan inocente que no notaba las obvias intenciones de esas personas pero ellas sí y no podían evitar molestarse ante cualquier mínimo detalle que pasaba...
Cómo ahora...
Nezuko Kamado, la demonio que no estaba bajo el control de Muzan, estaba en los rincones más oscuros de la finca mariposa con Kanao jugando.
Todo bien hasta ahí...
Hasta que Nezuko puso sus sucias manos en el cuello de Kanao y casi rozando sus labios, tenía la ventana de que tuviera el estúpido bambú tapando su boca.
Y todo pasó justo delante de los ojos de Shinobu y Aoi que no pudieron evitar sentir como su sangre hervía como nunca antes.
La sóla idea de que alguien más, que no fueran ellas, besará a Kanao las hacia sentirse celosas.
Así que cuando los hermanos se fueron esa misma tarde Shinobu y Aoi decidieron darle una pequeña lección a su pequeña mariposa.
Kanao estaba en su habitación sintiendo algo extraño en su ser, sabía de antemano los celosas que podían ser sus novias, Zenitsu fue prueba de ello, pero ahora sentía que algo malo pasaría... Para ella claro.
Shinobu; Kanao~.
Por esa misma razón estaba oculta en su armario, si lograba pasar la noche aquí encerrada sin hacer ningún ruido todo estaría bien.
Aoi: no estamos para juegos, Kanao, así que sal ahora o...
Shinobu: no seremos nada amables contigo -dijo con una sonrisa.
Kanao:"¿¡Cuando son amables!?".
Evito moverse lo más mínimo posible Pero de repente la idea de haberse ocultado en el armario fue una mala idea...
Debió pensarlo mejor...
Shinobu: aquí estás, cariño~ -dijo con una sonrisa.
Sí, debió dormir con las niñas el día de hoy ¿Cierto?.
