- 13. 'Regalo, paseo, conversación'

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Miami, Florida - Estados Unidos de América

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Miami, Florida - Estados Unidos de América. 8:10 AM. Rainelis' POV.

Revisé todos sus compromisos y nada, Alondra se quedaría en la empresa todo el día, ¿podría ser peor mi mala suerte? Anoche fue un poco turbulento, nunca en mis planes pensé en cena al lado de Rodrigo. Después del casi beso con Alondra, salí un poco distraída del lugar.

"— ¿Está todo bien, Riri? — Oí la voz del chico a mi lado.

Si, claro. Solo con un poco de dolor de cabeza, ¿puedes llevarme a casa?

Recibí una mirada molesta, sé que él esperaba más de aquella noche, pero con Alondra a pocos metros de mi, era prácticamente imposible pensar en Rodrigo, me encogí de hombros y tomé mi bolso.

Claro, vamos. Te llevaré a casa.

Mire por última vez la mesa donde estaba Alondra antes, pero no había señal de ella por ahí, ¿se había ido o salió con alguna chica? Angie Velasco tampoco estaba ahí, seguramente ellas ya no estaban.

El camino de vuelta fue en puro silencio, se notaba a kilómetros cuán fallida había sido esa noche, no tanto así, Ari y Molly salieron ganando aquel día, pues Cristina y Samantha se mostraron muy buenas chicas, mientras Rodrigo se molestó y se quejó desde el momento que puso sus ojos en Alondra, quien estaba de mi lado. ¿Será que él sentía alguna cosa diferente en nosotras? No, no pienses en eso.

Hemos llegado. — Dijo, deteniendo el auto frente a mi edificio.

Gracias por la noche, me gustó. — Mentí, o no, ver a Alondra fue maravilloso.

¿De verdad te gustó? Creo que fue algo irritante, pero puedes entenderme, ¿verdad? Algo en mí no le gusta esa mujer.

— ¿Alondra? No entiendo, ella es una buena persona.

— Contigo, ¿no es así? Lo que me parece muy extraño, ella solo es una mujer vanidosa y arrogante.

— No, porque ni siquiera la conocemos. Además, no deberías hablar de ella así.

— No le tengo miedo, Rainelis, apenas llegó y lo arruinó todo, ¿recuerdas las horas absurdas que pasaste trabajando en la hoja de balances?

— Rodrigo, de verdad. Estoy muriendo de dolor de cabeza, y no quiero hablar de trabajo ahora. — Hable irritada.

Discúlpame, fui un idiota. Sé que la noche no fue de las mejores, pero podemos mejorarla.

Mire sus ojos, que por cierto eran lindos, pero no eran esos los que yo quería mirar ahora. Bajé mi cabeza, pensando en la forma más educada de decir que por hoy ya fue suficiente. Sin embargo, noté como se acercó más a mi, tocando levemente sobre su barbilla, haciéndome mirarlo nuevamente. — Eres una mujer hermosa, Rainelis.

The stripper || RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora