𝕍𝕀𝕀

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Seongkwan golpeó con el pie ruidosamente contra el suelo llevando el sonido a través de la habitación, oyó eso en vez de los latidos de su corazón, él necesitaba hablar con alguien pero tal vez esto no fue una buena idea.

― No le puedes dejar. ― Seongkwan sacudió la cabeza como si fuera a cambiar lo que dijo, cuando miró directamente a su amigo sin vacilar este levantó las manos en el aire. ― Eres imposible. Primero, molestas a todos los que conoces y ahora esto.

¿Por qué todo el mundo me tira eso a la cara? Por alguna razón, la gente estaba enfadada con él.

― Eso no es culpa mía, la gente es idiota ― dijo en su defensa. ―Solo porque yo les digo eso no significa que merezca sus miradas frías.

― Al primero que se lo dijiste era un Warsarian que te miró, él no te tocó o se quedó cerca de ti para dar a entender que eras mi sirviente.

― Soy honesto ― dijo, como si eso justificase su lengua afilada. No fue la primera vez que le dijo a un Warsarian que era idiota, había estado en este planeta durante meses antes de ser capturado pidiendo comida pero decidió no hablar de ello, si Seongkwan no sabía sobre eso, entonces él no se lo iba a decir.

― ¿Honesto? Es por eso que estás planeando escaparte por la puerta de atrás e irte al otro lado del universo, sin decir nada a Seokmin.

De acuerdo, su amigo tenía un punto.

― No lo estoy mintiéndo a él. ― necesitaba que su amigo lo entendiera, alguien tenía que entender. ― Yo no puedo ir con él. ― Había una grieta en su voz que no podía sofocar, Seongkwan apoyó un brazo sobre su hombro.

― ¿Por qué no? Puedes molestar a la gente pero nunca te escapaste. ¿Por qué ahora?.

― Yo soy Elvarian y la próxima misión de Seokmin es en mi planeta natal. ― estaba cansado de mentir y su amigo no lo traicionaría contándolo a otra persona, esto sorprendió a su amigo.

― Entonces no quieres volver a casa. ― resopló.

― No es sólo eso. ― si sólo fuera así de simple pero no era por no ir a casa, en el momento en que llegara allí el pueblo de Elvarian trataría de usarlo.

― Ahora estás emparejado y eso es para toda la vida. Ya no es posible que puedas dejar a Seokmin. Él te necesita a su lado. ― Seongkwan cruzó los brazos, golpeó su pie en el suelo y en silencio, exigió una explicación mejor.

― Nací en Elvarian. Entonces me fui. Si vuelvo, todo va a ser complicado. ― era vago, tal vez fuese suficiente pero cuando el compañero del Rey arqueó una ceja, sabía que no sería el caso. Después de un minuto de silencio, Seongkwan, una vez más, comenzó a golpear con el pie, a la espera de más información. ―No puedo volver allí.

Seongkwan suspiró. ― Es difícil volver a casa, pero Seokmin estará contigo. ¿Por qué tienes miedo?.

Movió la cabeza. ― La gente quiere hacerme daño y controlarme, y si vuelvo a Elvarian haré que Seokmin consiga una gran cantidad de problemas. Él no puede hacer su trabajo y ayudarme a la vez.― se sentó en el suelo derrotado  por la verdad. ― Fue ascendido a Comandante de la Primera Flota. Es un gran asunto. Él tiene que ir pero yo no puedo ir con él.

Sus palabras calmaron a su amigo que finalmente comenzó a escuchar, el Compañero del Rey siempre decía lo que pensaba no había filtro entre su cerebro y su boca, Seongkwan se acercó y se sentó al lado de él.

― Necesitas decírselo a Seokmin, no a mí y hazle entender.

Negó. ― No es posible. Contigo puedo parar la historia aquí pero él querrá saberlo todo. Hay partes que no puedo compartir. ― había tanto que nunca había compartido, huir de Seokmin no sería fácil, su voz chirriaba.  ― Esto va a arrancarme el corazón. – cerró los ojos y trató de endurecer
su corazón. ― El hombre en el baño de los empleados no esperaba a Seokmin, y si se queda conmigo tendrá una diana pintada en el pecho por la gente que me persigue.

6_ SeokHaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora