Andaba desorientada por los pasillos de aquel recinto, con dos maletas de rueditas que parecían iban a estallar, buscaba mi habitación desesperada.
—Creo que voy a llorar, estoy cansada y ahora es que voy por la habitación 103 de este enorme recinto. Alguien, ayuda.
—Chicas número dos, hola, parece que estamos destinadas a encontrarnos.
Sip, mis lágrimas salieron, definitivamente esto era un castigo, otra vez esa chica.
—¿Pero por qué lloras?, venga, yo te ayudo con eso. ¿Cuál es tu habitación? —Tomó una de mis maletas.
—La uno —respondí entre sollozos.
—Es antes de la mía, estoy en la dos, vamos.
Pasamos unos cuantos pasillos y habitaciones, hasta que llegamos, yo casi arrastrándome, los pies me latían por los tacones, ya no daba más.
—Gracias… eh…
—Hana.
—Sí, eso. —Entré a mi habitación y cuatro chicas me fulminaron con la mirada, mi espalda volvió a arquearse igual que ayer. —Hola, soy So Rin.
—La chica de los cien puntos —dijo con sarcasmo quién menos me esperé.
«Oh no, en este cuarto no, con la barby bitch definitivamente no».
—Buen día chicas —saludó Choi entrando a la habitación. —So Rin, estaba buscándote, hubo una confusión pequeña, te dimos el cuarto equivocado.
—¿Ah sí? —pregunté aliviada.
—Ven, acompáñame. —Salí junto a él y entramos a la habitación siguiente. —Este es tu cuarto.
—Hola Choi —dijeron aquellas chicas a coro.
—Hola chicas, cuídenme a So Rin.
Dicho esto se marchó y en ese momento comprendí por qué muchas personas dicen que es peor el remedio que la enfermedad.
—Ah, número dos. ¡Oh no!, perdona, So Rin, estamos en el mismo cuarto, seremos buenas amigas.
—¿Cuál es mi cama? —pregunté desanimada.
—La primera, frente a la mía —repondió doña cotorra y mis lágrimas amenazaron con salir.
«No llores So Rin, no llores. ¡Y sí, soy dramática y qué!».
Me acomodé en mi cama y desempaqué mis cosas. La habitación en la que me encontraba era amplia, al lado derecho de nuestras camas teníamos un closet para nuestras cosas y en el lado izquierdo una mesa de estudio con una pequeña lámpara y un búcaro.
Me levanté de la cama y fui hasta el final de la habitación, abrí una puerta que allí se encontraba y tras hacerlo vislumbré el baño: habían dos puertas medianas pintadas de color azul cielo a la derecha, detrás de cada una la tasa sanitaria con su cesto y el rollo de papel sanitario; al frente dos lavamanos y en medio, un poco elevado, un estante con toallitas para secarse las manos, al lado tres cordeles para tender nuestra ropa interior y al final tres duchas cubiertas con cortinas con flores, «tendremos que turnarnos», pensé. Por último había un amplio espejo donde podía verme desde los pies a la cabeza y sobraba espejo.
—Chicas, atención —escuché hablar a la parlanchina y me devolví a la cama. —Vamos a presentarnos antes de reunirnos en la plaza para hacer el recorrido por la escuela, yo empiezo. Soy Hana, espero que seamos buenas amigas —dijo alegremente como un cumplido.
Hana: era una chica como de mi tamaño —mido 1.60—, cabellos rizos de color café, ojos marrones y estándares de moda muy, pero muy bajos.
—Hi, me llamo Yoon Na, espero que nos llevemos bien.
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ESCUELA PARA K-POPERS (Only Girls) [Temp.1]
Fanfiction¡Hola! ¿Eres nueva aquí? ¿Quieres ser una K-Poper? ¡Pues no te lo pienses dos veces y ven a matricularte! Esta escuela es solo para chicas, candidatas que aspiran a ser grandes artistas del K-Pop, así que: prepara tus maletas, tus tacones altos, tu...