8. Oh Suga... Suga

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Nuestra ropa estaba tendida en el piso del baño mientras el agua tibia de la ducha caía sobre nuestros cuerpos y las suaves manos de Suga se aventuraban en el mío.

—Suga —pronuncié algo tímida.

—¿Sí?

—Debo decirte algo —me giré para quedar frente a él.

—Dí lo que quieras —dijo, mordiéndose el labio inferior.

—Yo... —tragué saliva, preparándome para decirle lo que tengo atorado en la garganta— todavía soy... —debo armarme de valor y soltarlo— todavía soy… virgen.

Él detuvo lo que sus manos hacían y me miró fijamente, sonrió.

—¿Entonces, aún tengo la oportunidad der ser yo en tu primera vez, ser sólo yo?

Tomó el perfumado jabón con una mano y comenzó a pasearlo en cada tramo de mí, mientras que con la otra me tocaba hasta en la más íntima parte. Mi cuerpo comenzaba a descubrir una avidez que hasta entonces desconocía, su tacto me hacía vulnerable. Se detuvo, solo para mirarme con ojos lujuriosos que me pedían que fuera suya en cualquier momento y me pasó el jabón.

—Es tu turno.

Tomé el labón y con lentitud lo deslicé por sus brazos, por su pecho, luego me enjaboné bien las manos y lo solté para dar un recorrido hasta su abdomen, en el que me detuve.

—¿Qué pasa? —preguntó extrañado—. No tengas pena, puedes seguir —me susurró al oído—: enjabonándome.

Hice caso omiso, solo me quedé inmóvil, él tomó mi mano y la colocó en su miembro erecto... tragué saliba ante lo que mi mano tocaba y él, sin soltar su agarre comenzó a moverla de adelante hacia atrás, primero suave, después fue aumentando el ritmo. Sentía como mi cara ardía por la verguenza, así que lo detuve... su miembro palpitaba bajo mis dedos.

—Suga —casi susurro su nombre.

—¿Te molestó lo que hice? Disculpa.

—Sí… —alejé mi mano de su miembro— bueno no… es solo que, estoy un poco asustada.

—Es normal en tu primera vez —acarició una de mis mejillas—. Pero no tengas miedo, no voy a lastimarte, seré cuidadoso, seré perfecto para ti —acercó su rostro al mío y dejó un pequeño beso en mis labios—. Puedes terminar de bañarte y salir, yo terminaré de ducharme después de ti.

—Está bien.

Terminé de quitarme el jabón del cuerpo y salí del baño toda mojada, me detuve al pie de la cama y recorrí la habitación con la mirada, estaba muy ordenada, la cama era más amplia que las de mi habitación, en la mesita de noche habían fotos de él solo y también con el grupo, las miré detenidamente, pensando en lo que haría hoy con él y con el resto de los chicos... ya estaba deseando que el suelo se abriera bajo mis pies y me tragara cuando lo sentí salir y abrazarme por detrás.

—No te secaste —me dijo.

—Lo olvidé.

—Igual yo —me giró para estar frente a él, tomó mi mano y con cuidado me acostó en la cama.

—Suga, espera, estamos mojados.

—No importa, yo secaré tu cuerpo con el mío —se subió encima de mí.

—Espera, algo más.

—¿Ajá? —preguntó alzando una ceja.

—¿Tienes, preservativo?

—Sí, en esa gaveta tego —apuntó a la gaveta de una cómoda a la derecha—; pero no será necesario.

—¿Cómo que no? —me alarmé.

ESCUELA PARA K-POPERS (Only Girls) [Temp.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora