A quien menos imaginé.

Comer a besos.

Mi loba hizo el intento por caminar y acercarse más a la fuente, Pero la detuve luego de dar dos pasos.

–¿Por qué nos detenemos? Quiero estar más cerca de él. – Se quejó mi loba.

–No podemos hacer eso.

–¿Por qué?

Iba a responderle, cuando sentí mi corazón romperse. A su lado, estaba una chica sentada con él. Él la agarró de la nuca y la beso en los labios como si estuviera emocionado. Frente a mi, pude ver la escena de como se comía a besos la boca de aquella chica.

–¿Por qué hace eso?... ¿Acaso no ve que estamos aquí?

Escuchar la voz de Megan romperse por primera vez, me destrozó por dentro. Sentía mi cuerpo estremecerse, mientras que me aguantaba por no demostrar que quería llorar.

Mi mate me miró de reojo luego de dejar de besar a la chica, le sonrió coqueto mientras le susurraba algo al oido y luego ambos se levantaron para irse, dejándome allí.

¿Nos ignoró?

–¿No nos prestó atención? –Pregunto mi loba.

Me levanté del suelo otra vez y camine en dirección contraria a ellos, ya no pudiendo seguir allí. Camine un poco apresurada para regresar al bosque. Afortunadamente nadie sabía quién era yo, así nadie se burlaría de mi mañana en la escuela al verme correr y llorar. Megan seguía haciéndose preguntas, cada vez más dolorosas.

–¿Por qué hace eso?... –Pregunto Megan con desilusión en su voz.

–El nunca nos a prestado atención, Megan. Todo lo contrario. Después de todo, solo es un idiota más, que pronto se convertirá en Alpha.

Al llegar al bosque, volví al lugar en donde ocurrió mi transformación, Pero papá y Killian ya no estaban. Supuse que se habrán ido a casa y deben de estar esperandome.

Cuando me di la vuelta para comenzar a caminar hacia mi casa, escuché el sonido de alguien viniendo detrás de mi. Un lobo de color gris se colocó delante de mi, era mucho más grande que yo. Lo ví destranformase y frente a mi tenía a Rubén, completamente desnudo.

–¿Kay?... –Habló mientras se acercaba a mi con lentitud. Su expresión era confundida.

Decidí que era momento de volver a mi cuerpo humano, así que me transforme. Ahora yo también estaba desnuda frente a él, pero la tristeza que me invadía era tanta que no me importó.

El noto mi expresión y me miró fijamente, no sabiendo que hacer. Mis lágrimas estaban a punto de salir de mi ojos.

–Vi a tu loba en la plaza, y supuse que podías ser tu... ¿Ocurrió algo malo?...

Rubén se acercó a mi con pasos lentos, Pero cuando me tuvo cerca, agarró mi brazo con gentileza y me jaló hacia él para abrazarme. Solo en ese momento es que me derrumbo ante él y comienzo a soltar sollozos. No quería llorar, pero no podía evitarlo.

–Tranquila, estoy aquí... Llora todo lo que quieras, niña parlanchina.

Mis brazos lo rodearon y él acarició mi cabello para consolarme. Él me conocía mejor que nadie. Sabía que no diría nada por ahora.

No soy capaz de decirle que mi mate es el estúpido de Eylan, y que estoy triste por haberlo visto con otra chica.

***********

Mi padre y mi hermano se preocuparon por mi cuando regrese a casa junto a Rubén. Intentaron animarme con mi pastel de cumpleaños. Y a pesar de que yo no estaba de muy buenos ánimos, intenté sonreírles para que no se preocuparan. No me preguntaron nada al respecto, saben que no voy a hablar tan fácil.