En un intento por defender a su clan, Narcisa les entregó a su mejor arma, ellos eran su ofrenda de paz ¿Resultó? No, pero esto era una muestra de que ellos no cumplían su palabra.
"-¡Te di tu mejor arma, no te debo nada!
-Ellos no merecían ese fina...
La sangre se había congelado en su cuerpo hace dos días, días en los que la rubia no se alejaba de la habitación, tenía miedo de haber hecho mal las cosas, de tardarse demasiado en sacarlos del fuego.
-Aun no despiertan - le dijo su hermano cuando estuvo cerca de ella-.
-No, todavía no- se pasaba las manos por la cara en una clara señal de desesperación - es frustrante.
-Hiciste lo que pudiste.
-¿Y si no es suficiente? Tal vez tarde mucho, o les hicieron algo antes de eso, no lo se, no supe que hacer, tu con Jane y yo con Alec, eran mortales hasta hace dos días, no se que esperar.
-Yo diría que mucho, mataste un pueblo enteró solo para poder salvarlos, no esperaría menos de ti.
-Me da miedo que no despierten- en sus ojos se acumulaban lágrimas que nunca saldrían - me asusta perderlos.
-No vamos a lograr nada si nos quedamos aquí, dejalos al cuidado de los demás y ve a alimentarte, te hace falta.
El bosque siempre le daría calma, la calma que necesitaba su atormentada cabeza, había matado a un pueblo entero por procurar el bien de los gemelos, esos niños a los que ella vio crecer y que cuido de todo y de todos, le aterrizaba la idea de perderlos.
-Estas tensa- una voz masculina se hizo presente junto a ella- no deberías, ellos están bien.
-¿Tu olfato super desarrollado te lo dice?- burlo el don del rastreador, don que no le fue útil cuando estaban en peligro - qué rastreador tan útil.
-Me encomendaron cuidarte a ti, no a los brujos.
-¿Te mandaron o te ofreciste?- tal vez el enojo consigo misma se manifestaba con los demas- Aro solo se preocupa por el y su gente, adivina querido, yo no soy su gente.
-Pero eres importante para ellos.
-Solo por que les entregaré los mejores dones que pueden encontrar en mucho tiempo. Aro utiliza a conveniencia, no me sorprendería si un día mata a su propia gente solo por dejarlo.
-Tu no lo conoces.
-¿Y tu si?- el silencio en el bosque fue lo único que había tras cuestionar al rastreador - no, tu tampoco, es tu amo como lo dices tu, no eres más que un servidor para el.
Tu nunca lograrás nada mientrasestés con el, tal vez el miedo de nuestro mundo, eso fue exactamente lo que el rastreador escucho en su cabeza antes de ver a la mujer desaparecer por la espesura del bosque.
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