Cortos Kiribaku~♡

《《♤•Bakugo y su alergia a las..¿Flores de loto?•♤》》

Bakugo y Kirishima pasean por un hermoso jardín lleno de flores coloridas. Bakugo se detiene a admirar una flor de loto en particular, pero de repente se sonroja y se frota la nariz.

Kirishima nota el cambio en Bakugo y se acerca a él. -¿Qué pasa, Bakugo? ¿Te sientes bien?-

Bakugo se encoge de hombros. -Sí, estoy bien. Solo... no sé, esta flor me hace sentir raro-.

Kirishima observa la flor de loto y luego vuelve a mirar a Bakugo. -Vamos a seguir caminando-, dice suavemente, tomándolo de la mano.

A medida que caminan, Kirishima se asegura de mantener a Bakugo alejado de la flor de loto. Bakugo no nota nada, pero se siente agradecido por la compañía de Kirishima.

Más tarde, cuando están sentados en un banco, Bakugo se da cuenta de que Kirishima ha estado evitando la flor de loto todo el tiempo. -Kirishima, ¿por qué me alejas de esa flor?-pregunta. Bakugo se frota la nariz y admite: -Sí, me da alergia esa flor de loto. Me hace estornudar y me picar la nariz.

Kirishima se sorprende: -¿En serio? ¡Este jardín está lleno de ellas!-.

Bakugo mira a su alrededor y se da cuenta de que Kirishima tiene razón. El jardín está lleno de flores de loto, y él está rodeado de ellas.

Kirishima se ríe: -¡Lo siento, Bakugo! No me di cuenta. ¿Qué hacemos?.

Bakugo se encoge de hombros: -No sé... ¿Podemos irnos?

Kirishima sonríe: No, no podemos dejar que una flor te gane. Te protegeré.

Y Kirishima comienza a llevar a Bakugo en brazos, evitando que toque o inhale el polen de las flores de loto. Bakugo se siente un poco avergonzado, pero también se siente cuidado y protegido por Kirishima.

Bakugo y Kirishima caminan hacia otra parte del jardín, intentando escapar de las flores de loto. Pero Bakugo sigue estornudando fuerte, y Kirishima intenta ayudarlo con pañuelos y abrazos.

De repente, Kirishima tropieza y suelta a Bakugo, que estornuda fuerte y cae hacia atrás. Pero en lugar de caer al suelo, Bakugo aterriza en la espalda de Kirishima, que se sorprende y se tambalea. Kirishima intenta recuperar el equilibrio, pero Bakugo sigue estornudando y se aferra a su espalda, rodeándolo con sus brazos y piernas. Kirishima se ríe y trata de calmar a Bakugo, mientras intenta mantener el equilibrio.

-¡Bakugo, suéltame! ¡Voy a caerme!- grita Kirishima, riendo.

Pero Bakugo solo estornuda de nuevo y se aferra más fuerte, haciendo que Kirishima termine cayendo al suelo, con Bakugo todavía aferrado a su espalda. Bakugo y Kirishima intentan levantarse del suelo, pero Bakugo estornuda de nuevo y se tambalea. Kirishima lo agarra del brazo y lo ayuda a mantener el equilibrio.

-Vamos, Bakugo, salgamos de aquí-, dice Kirishima, intentando guiarlo hacia una zona del jardín sin flores de loto.

Pero Bakugo sigue estornudando y se detiene cada pocos pasos. Kirishima se ríe y lo abraza, intentando calmarlo.

-¿Qué tal si te cubro la nariz?-, sugiere Kirishima, sacando un pañuelo de su bolsillo.

Bakugo asiente, y Kirishima le cubre la nariz y la boca con el pañuelo. Luego, lo guía hacia una zona del jardín con flores más suaves. Mientras caminan, Bakugo sigue estornudando, pero Kirishima está allí para ayudarlo. Finalmente, llegan a una zona tranquila del jardín, rodeada de flores suaves y un estanque sereno. Bakugo se sienta en un banco, todavía estornudando, y Kirishima se sienta a su lado, abrazándolo.

-Lo siento, Bakugo. No sabía que eras alérgico a las flores de loto.

Bakugo se frota la nariz roja y dice: -Maldición, malditas flores. Tengo la nariz roja como un tomate.