1. El inició de una mentira

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— Tu vida es un asco. — dijo Aeron luego de terminar de escuchar el relato de su amigo.

— Lo sé. — y lo admitía, Definitivamente Lucerys tenía la peor vida. — Este no es mi año. —

— ¿Cuándo lo es? — se escuchó la voz de Davos al fondo al igual que el llanto de un bebé.

— Gracias Davos. —

— Lo único bueno es que por fin vendrás a visitarme. — habló con emoción el Italiano, dando vueltas en la cama. — ¿Cuánto tiempo llevamos sin vernos? ¿Dos años? —

— Sip. Ya te extraño un montón. —

— Mira, ven, pasa todo el tiempo con tu familia que quieras, pero si ese hijo de puta de Cregan te hace sentir incómodo, te vienes a mi casa, yo te recibo los trescientos sesenta y cinco días del año. —

— Gracias. —

— ¿Y por qué no se consigue a alguien? — pregunta Davos quien estaba muy al pendiente de la conversación mientras le cambiaba el pañal a su hija.

— ¿Cómo? — cuestiona Aeron extrañado ante la “maravillosa” idea de su novio.

— Dile a uno de tus amigos que se haga pasar por tu novio, así el idiota de Cregan lo pensara dos veces antes de hacer o decir algo. —

— Oye que buena idea, te amo. —

— NO COMAN ENFRENTE DE LOS POBRES. — se quejó Lucerys a través de la línea telefónica. — Es una excelente idea, solo que no tengo amigos alfas, el único que tengo es abiertamente gay. —

— Oh que mal. — respondió Aeron con desánimo, definitivamente le había gustado la idea.

— Yo tengo uno, de hecho trabaja en ello. —

— ¿Se prostituye? — preguntaron los dos omegas al unísono asombrados.

— ¿Qué? No, él no se acuesta con sus clientes, solo los ayuda a salir de apuros como el que tiene Lucerys en este momento, tu le darás información y le dirás cómo puede tratarte, él te ayudará. —

— Si, contratalo, dile que el dinero no es problema, pero que necesito un excelente novio. —  la voz del omega se volvió animada conforme la conversación iba avanzando, en definitiva si fuera otra persona no iría a esa boda, pero su madre se lo había pedido y la novia, bueno ella era su hermanastra. — Pásame todos los datos de él y dile que me reciba en el aeropuerto. —

— Bien. — respondió Davos para luego irse de la habitación al escuchar como tocaban la puerta.

••••

Y ahí está, en medio del aeropuerto esperando al alfa que se haría pasar por su novio. No entendía como había sido tan estúpido en aceptar, el alfa le había cobrado 500€ lo cual no era nada para su bolsillo, pero la pregunta en su mente no se iba ¿Valdrá la pena?

Esperaba que sí, porque cuando vio al alfa entrar al aeropuerto con esa ropa, ese caminar y esa seguridad, le hizo reflexionar, sobre si su madre le creería.

Habían compartido información y habían estado conociéndose hace algunas semanas, definitivamente odiaba a su hermanastra.

Pero definitivamente lo que lo sorprendió fue el hecho de que así como el hombre llegó hasta él, lo tomó de la cintura y lo beso con una pasión que jamás pensó volver a sentir, le había gustado el beso y quería más. Al separarse el hombre lo tomó de las mejillas y las acarició.

— Tu familia está afuera. — aquello había hecho que Lucerys abriera sus ojos con sorpresa. En una cosa Davos tenía razón, su familia se lo iba a creer.

Alquilando un novio - Lucemond -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora