2. Reencuentro, secretos y copia.

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Todos habían llegado a la discoteca, Aegon bailaba por ratos con Aeron y otras con su esposo, mientras Lucerys se encontraba sentado entre el medio de Davos y su novio falso, los tres bebían sin hacer nada, disgustados viendo cómo Cregan bailaba frente a ellos con alegría.

– Solo tienes que decir hazlo y yo lo hago. – aclaro el alfa de cabello negro viendo con desprecio al ex prometido de su amigo.

– Es un hijo de puta, se la vive feliz y mira a Lucerys. – se quejó Aegon viendo a Cregan y luego a su cuñado.

– Y Lucerys no deja golpearlo, eso me estresa. –

– Pero ese hombre tiene el ojo en Lucerys, aún cuando finge alegría ya lo he capturado cuatro veces con los ojos en Lucerys. –

.

– Hagan algo. – les susurro Davos con molestia a la supuesta pareja que se encontraban sentados como si fueran desconocidos.

– Pues lo he intentado pero el niño aquí presente es un idiota. – se quejó Aemond con molestia.

– ¿Un idiota? ¿Yo? Perdón si no me es fácil besar a personas con las que apenas hablo. – se quejó Lucerys mirando a su novio.

– Pero no discutan, tiene que pensar que ustedes se …

El alfa se cayó al ver como Aemond tomaba a Lucerys y lo obligaba a sentarse en sus piernas para posteriormente besarlo con fuerza, inmediatamente el omega le siguió el beso, gustoso ante la intromisión de la lengua extraña en su boca.

Davos soltó una risa energética al ver como el ex de su amigo se sentaba con molestia en el sofá junto a su hermano.

– Oye Jace. – llamó al hombre que se encontraba mirando su celular con aburrimiento. – Tómame una foto con ellos. – rápidamente sacó sus dedos de enmedio  de ambas manos y posó detrás de la pareja que se seguían besando con salvajismo.

– Uno, dos, tres. – el flash salió marcando así un nuevo espacio en la galería del alfa.

– QUE VIVAN LOS NOVIOS. – grito Aegon con emoción alzando su brazo.

La fiesta siguió, la pareja siguió con su actuación frente a todos.

Lucerys se puso de pie del regazo de su novio y fue al baño. Vació el tanque con su pie, salió del cubículo ahogando un grito al ver a Cregan de pie fuera del baño.

– ¿Qué haces aquí? – preguntó con enojo acercándose al lavado.

– Necesitamos hablar. – demandó el alfa acercándose al omega el cual ahora se encontraba secándose las manos con la servilleta.

– ¿Necesitamos? Yo no tengo nada que hablar contigo. – respondió con enojo botando la servilleta en la caneca y dirigiéndose a la salida, siendo interrumpido por el alfa el cual lo agarró del brazo para impedirle salir.

– Aún te amo. – soltó el alfa haciendo que Lucerys lo mirará con una ceja en alto.

– Enserio, es lo mejor que se te ocurre. – el enojo no hacía más que crecer en su cuerpo, el cinismo del alfa era algo que lo estaba sobrepasando.

– Sé que tú también me amas. –

– ¿Amar? Crees que te amo luego de que me dejara sin decirme nada. –

– No lo miras a él como me mirabas a mí. –

– No, él es muy diferente a ti, y lo digo en el buen sentido. –

– Yo siento lo que pasó, pero podemos volverlo a intentar. Te prometo que seré mejor está vez. –

– Oh ternurita, crees que dejaré a mi alfa por alguien que no sabe lo que quiere, ubicate Cregan. –

Alquilando un novio - Lucemond -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora