Cambiaré la historia por ti - Harco -

Capítulo 12: Bienvenido a Hogwarts

Llegó el tan esperado día, hoy Harry Potter entraría a estudiar a la gran Escuela de magia y hechicería, Hogwarts. Sirius le dijo que lo llevaría a la estación para despedirlo, Harry le prometió que le escribiría todas las semanas y si era posible, todos los días. Harry alistó una noche antes su maleta, llevaba su uniforme que le recordaba al día en que conoció al chico rubio, desde ese día Harry se preguntaba si lo encontraría en Hogwarts, tal vez podrían ser amigos y estar en la misma casa. Sirius siempre le hablo de como sus padres eran de Gryffindor, que era la mejor casa, él esperaba estar en esa también. Empacó sus libros, intentó leerlos para estar al tanto de este nuevo mundo, pero no entendió mucho. Llevaba su lechuza, Hedwig, que fue un regalo especial de su padrino.

Sirius y Harry salieron de la Mansión Prince, iba a extrañar estar todos los días con su padrino en esta casa, no quería que su padrino se quedara solo, el señor Snape nunca estaba aquí, solo lo había visto un par de veces y otras lo escuchaba hablando con su padrino en su despacho.

Recuerda la charla que tuvo con el señor Snape una noche antes.

— Escucha Potter, en Hogwarts, deberás de actuar como si no me conocieras, tú y yo nunca nos hemos visto, es más, yo te odio y tú me tendrás que odiar también

— ¿Por qué Señor?

— Si eres lo suficientemente listo, lo entenderás, y si no, no me importa

— Entiendo Señor

— Bien... te trataré mal, así que no te lo tomes personal — dicho esto Severus se fue, sin despedirse. El señor Snape es una persona muy extraña y misteriosa, Harry no sabe si logrará comprenderlo un día.

»»——⍟——««

Al llegar a la estación del tren, Harry buscaba el andén nueve y tres cuartos, por más que miraba a todos lados, no lo encontraba.

— Sirius, ¿dónde está el andén nueve y tres cuartos?

— No está a la vista de los Muggles, ven, es por este lado — Sirius agarra de la mano a Harry y lo lleva enfrente de una pared — Harry, tienes que correr hacia esta pared, te llevará al andén nueve y tres cuartos.

Harry lo mira extrañado, pero... ¿Qué era normal en la vida de Harry?

Agarró sus cosas y corrió hacia la pared, atravesándola, Sirius fue el siguiente en pasar. Y ahí estaba, el Expreso de Hogwarts, varias familias despedían a sus hijos, unos reían y otros lloraban, Harry estaba entre las dos.

— Bien Harry, llegó el momento de despedirnos — habló Sirius con tristeza

— ¿Estarás bien Sirius? Te quedarás solo

— No te preocupes por mí, estaré bien, y me tienes que enviar cartas — le da una sonrisa tranquilizadora

— Lo prometo, te escribiré hoy una — dijo Harry lleno de emoción

— Es una promesa — Sirius atrajo a Harry hacia él y le dio un fuerte abrazo, seguido de un beso en la frente — Cuídate

— Igual Sirius

Los dos se despidieron y Harry entró al tren, buscando un compartimiento vacío para poder sentarse durante toda la trayectoria del tren. No le fue difícil encontrar uno y se instaló en el. Al poco tiempo, un niño pelirrojo abrió la puerta de su compartimiento.

— Eh... ¿Disculpa, te importaría si me siento aquí? El tren está lleno

— Para nada, puedes sentarte — el pelirrojo asintió en agradecimiento y entró

—Soy Ron, Ron Weasley — se presenta

— Y yo Harry, Harry Potter — Harry le sonrió

Ron abrió los ojos llenos de sorpresa, abriendo y cerrando la boca sin poder decir palabra — eres... Tienes... la cicatriz