Mi amuleto de la suerte. [Midorima Shintarou]

Parte 4: Ganador

Hola a todos, como todos los fines de semana, les dejo una nueva parte de la historia ^^ PD; disculpen si hay algún error ; ____ ;

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(1)Tú nombre. 

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Definitivamente el mundo estaba de cabeza ¿Qué hacía Takao junto a Midorima? Los ojos de (1) se abrieron como platos y múltiples parpadeos no podían borrar aquella imagen frente a ella.

–¡Hey, (1)-chan! –gritó Kazunari al percatarse de la chica frente a ellos, agitó su mano al aire mientras sonreía ampliamente.

–Esto no puede ser verdad –susurró deteniéndose de lleno en mitad del patio central.

El peliverde la examinó fugazmente, acomodó sus gafas y soltó un saludo por cortesía, la chica respondió fríamente a su saludo y tomando el brazo de Takao lo alejó de su acompañante.

–¿Qué haces con ese tipo?

–¿Shin-chan? Este sujeto es un idiota, realmente me divierte –soltó entre risas el peli negro –y además es increíble con los tiros.

La chica miró de reojo sobre los hombros de Takao, no tan convencida de lo que el muchacho acabado de decir.

–¿Divertido, él? ¿Estas drogado?

–¡Vamos, (1)-chan! –el joven paso un brazo por el cuello de la chica, acercándolo a su rostro como si fuese un amigo más. –Dale una oportunidad y verás de lo que habló.

Ella se alejó enseguida de Kazunari, sorprendida por la actitud tan despreocupada y liberada de su parte, frunció el ceño y se alejó sin decir ni una palabra.

¿Darle una oportunidad? En sus sueños...

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Después de aquello no podía negar que algunas cosas quedaron nadando por su cabeza, Takao había desistido en competir contra él, pero ¿hacerse su amigo? No lo entendía del todo, en su cabeza no estaba la idea de que pudiese ser amigo de alguien que consideraba un rival. Pero ambos clubes eran diferente; en el basquetbol Takao tendría que cooperar con Shintarou quisiera o no, el shogi era una batalla totalmente estratégica donde solo buscabas la derrota de tu oponente, un juego donde no era necesario la cooperación, los compañeros o incluso las piezas que pudieses robarle a tu rival, la última palabra la tenía el más inteligente. Miró a su alrededor y aquellas palabras cada vez tenían más sentido para la muchacha, allí estaban los miembros del club; Kento y Yuu, jugando la primera partida del día.

Ellos eran compañeros de clase, las pocas veces que (1) se encontró con ellos fuera de club notó una buena relación entre ambos pero al momento de poner un pie en la sala de juntas, sus ojos parecían espadas apuntando constantemente el uno al otro.

–Ten a tus rivales más cerca... –susurró suavemente, un ruido casi inaudible para el resto.

Miraba concentrada el juego que los mayores tenían, en poco tiempo había descubierto que los movimientos de ambos eran muy reiterativos e incluso podía predecir sus movimientos en solo un segundo, cuando los dedos de alguno se posaba en la ficha de madera. Pero (1) miraba más allá, podía ver claramente quien ganaría aquella partida; sin duda será Kento, pensó ya que Yuu había dejado su defensa descuidada cuando trato de atacar a Kento. Comprendía por qué aquel sujeto era el presidente del club, tenía buenos movimientos que a veces nadie notaba pero eran sumamente peligros, (1) pudo notarlos, sus ojos recorrían el tablero a una velocidad impresionante, años jugando contra su madre (y su padre a veces) la habían formado de una manera envidiable.