Mi amuleto de la suerte. [Midorima Shintarou]

Parte 7: Un poco tarde.

Gente linda que pasa por esta historia... Hola! Quería comentarles que ya el proximo capitulo es el último, y será largo. Disculpen si esta parte es algo "corta" pero este fin de semana estuve algo ocupada y mi mente estaba en otras cosas >___< lo siento.

En fin, espero les guste y no me maten.

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(1)Tú nombre.

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- ¿Qué quieres decir? -los ojos verdes se clavaron en el pelinegro.

-Ya no importa -Takao sonrió con una mueca de dolor ocultándose en esos labios.

La chica salió tras ellos a los segundos después, sus mejillas seguían rojas y estaba muy confundida por todo lo que había pasado, miró a Kazunari puesto que ver a Shintarou la hacía ponerse nerviosa y más colorada.

- ¿Ocurre algo? -preguntó.

-Nada -el chico ojo de halcón sonrió hacia la muchacha - me quedé entrenando un poco más pero ya me iré a casa.

-Nosotros también nos vamos - habló el peliverde.

Un silencio incomodo se formó entre esos tres mientras caminaban fuera de Shutoku. La chica iba en el centro de ambos jóvenes; a su derecha Takao, con los brazos tras su nuca y el bolso colgando de una de sus manos, a la izquierda Midorima con una postura firme y la tira bolso enredado entre sus dedos no vendados. Al llegar a un cruce el peliverde señalo su camino, mientras que Kazunari y (1) debían seguir otro.

-Supongo que hasta aquí nos acompañas -susurró la joven de ojos rojos, con su rostro tratando de ocultarse en el aire, no podía levantar la vista y encontrarse con esos ojos verdes directo hacia ella, moriría de vergüenza.

-S-Sí -la voz de Shintarou sonó igual de avergonzada que (1), pero con Takao presente tenía que aparentar que todo estaba normal. -Nos vemos mañana.

-Buenas noches -dijo (1), agitando su mano suevamente.

-Nos vemos mañana, Shin-chan. -Takao también levanto su mano y con un solo movimiento se despidió del joven. -Vamos, (1)-chan.

Midorima se quedó mirando mientras la chica se alejaba junto a su amigo, sintió cómo algo se revolvió en su estómago y a la misma vez pensó que no le gustaba ver a Takao tan cerca de (1).

Para su suerte ir junto a Takao era muy divertido, ambos vivían muy cerca así que generalmente recorrían el camino juntos, la sonrisa de aquella chica siempre encantaba al pelinegro y eso mismo le hacia estar cerca de ella. Pero quería saber que pasaba entre el as del club de baloncesto y esa chica que le quitaba el sueño.

- (1)-chan, ¿Qué tal va el club de shogi? -preguntó de pronto el joven.

La muchacha tropezó en plena calle, pero fue lo suficientemente rápida para estabilizarse en unos segundos. Comenzó a tartamudear mientras hablaba, tan solo de conectar todo aquello con Shintarou, la escena de ese beso la recorría entera.

- ¿Puedo preguntar qué sucede entre tú y Shin-chan? ¿Son novios?

- ¿Qué? -el rostro de (1) se tornó completamente rojo. - ¡No, estas equivocado!

- ¿Entonces? -Takao se detuvo junto a la chica, quien estaba muy confundida.

-Somos compañeros, nada más.

-Pero, ¿Ustedes se besaron, no? Y dices que son solo compañeros. ¿Entonces cualquiera que sea tu compañero de clases puede besarte?

La joven no respondió, no sabía que pasaba entre Shintarou y ella, además que las preguntas que le hacía Takao la dejaban más confundida.